Capítulo 1: La llegada del forastero

1594 Words
Desde el Alto Perú, rodeado de bastas selvas, impenetrables bosques, tierra de los antiguos Incas que habitaron a Machu Piccho o su hermana Choquequirao, poblado por las antiguas etnias, llenos de mitos y leyendas, en la parte oeste se alza el Altiplano andino o Puna, sobre un gran macizo donde se ubica la legendaria Ciudad de Killari, que en la antigua lengua quetchua significa "Luz de luna". A lo lejos se divisa un antiguo transporte público automotor de madera, que transita por la única carretera que dirige a los visitantes a la altiplanicie donde se encuentra esta ciudad. El él viaja el joven Enólogo Daniel Castillejo de Aragón, de origen español, vinicultor, quien, atraído por la leyenda de la producción de variedades de vino en esta ciudad, se aventura en un viaje lleno de sorpresas con el objetivo de descubrir el secreto de su fabricación en estos parajes étnicos A pesar de los largos días de viaje, atravesando la espesa selva, David se encuentra extasiado ante la imponente vegetación llena de la fauna salvaje que ha logrado divisar, hasta que por fin escucha --Todos pendientes que estamos llegando a la ciudad de Killari — dice el copiloto del autobús --La ciudad del vino y la plata – responde otro pasajero entusiasmado Pasan por un arco grande, como indicativo de la puerta de la ciudad, y sobre él, unas letras grandes que dicen: -- Allinlla chayaykamuy winu llapta— --¿Qué significa ese mensaje sobre el arco? — pregunta otro de los pasajeros El copiloto responde muy amablemente – Está escrito en la antigua lengua quetchua, dialecto utilizado por las diferentes etnias indígenas que habitan en la región, significa: “Bienvenidos a la ciudad del vino” --El elixir de los dioses – comenta otro lugareño --¿Por qué le dicen así? — pregunta David --Amigo…eso no se puede explicar con palabras… hay que probarlo y se dará cuenta lo que se siente, realmente es un elixir de los dioses, único en el mundo – -- En esta región solo se toma vino, es lo que me gusta de venir aquí – responde una joven --Entonces todos terminan alcohólicos --- añade David Jajaja, todos ríen ante el comentario --Se nota que Ud. es turista…. Nadie se vuelve alcohólico, es normal en esta ciudad beber vino sin que se produzca la típica dependencia alcohólica, son vinos naturales, hechos por expertos, con técnicas de las antiguas etnias incas que no causan dependencia – David hace silencio, sin embargo, piensa – Me van a enseñar a hacer vino a mí, que soy un Enólogo de profesión, con mucha experiencia como vinicultor… vamos a ver estos indígenas que tienen para enseñarme – El autobús por fin llegó a la ciudad, y la majestuosidad de aquel imperio de Killari lo enmudeció, ante aquellas construcciones de piedras esculpidas, con grandes puertas de madera macizas, el piso completamente empedrado, con una arquitectura muy antigua, como de épocas medievales Por un momento sitio que aparecerían soldados romanos con espadas y escudos, y observó a su alrededor la gente que caminaba de un lado a otro normalmente, con ropas actuales y modernas, nada que indicara épocas de reyes o reinas, en eso una voz lo llamo --¡Epa amigo!... venga a recoger su equipaje que la chiva ya se va— dice el copiloto --¿Chiva?... ¿Qué es eso? – --Así les llaman a los autobuses de madera pintados con muchos colores, antiguos pero conservados – responde el copiloto --¡Ah ok!... se refiere al autobús, realmente es muy pintoresco – dice David alzando su equipaje Luego caminó por la calle central de la ciudad, anonadado observando cada una de las edificaciones, pareciera que estaba en un castillo gigante como el de los cuentos, empedrado por todos lados, protegiendo la ciudad, de pronto escuchó unos gritos aterradores de mujer --¡Ahhhh!... la mató… ¡Asesino! ---, luego otros gritos de otras mujeres --¡Ahhhh!... llamen a la policía… ¡Está loco! — La gente corría hacia el lugar de donde provenía los gritos, entonces David también corrió en esa misma dirección, hasta divisar el conglomerado de personas al frente de un lugar llamado La taberna del vino Se acercó y pasó a través de la multitud, hasta que vio un cuerpo de una mujer con ropa atrevida, extendida en el piso, inmóvil. Un anciano se inclinó ante ella y con sus dientes mordió su cuello, absorbiendo la sangre que brotaba de la herida Parecía la actitud típica de un vampiro, sin embargo, no tenía colmillos, estaba en pleno sol, sus ojos se encontraban muy rojos y hundidos con profundas ojeras. En eso llegan tres policías, dos de ellos lo levantan cada uno por un brazo, pero el anciano se opone y los lanza con gran fuerza en direcciones opuestas El tercer policía lo apunta con su arma de reglamento --Alto o disparo – dice el policía Pero con una maniobra rápida, el anciano arrebata el arma de la mano del policía y lo apunta con su propia pistola, también a la multitud, quienes se alejan. Sin embargo, el policía le insiste y se acerca lentamente. --Por favor deme el arma, no se meta en problemas – Pero el Anciano dispara sobre el uniformado, quien cae al suelo muerto por el impacto de la bala, la gente se asusta y corren en todas direcciones aterrados En eso, otra detonación se escucha, esta vez la munición impacta en la frente del anciano, quien cae hacia atrás muerto por la introducción de la bala en su cabeza, una señora de mediana edad, muy elegante se acerca, inclinándose ante el cuerpo sin vida del anciano y le toma el pulso para percatarse que estaba muerto La elegante dama de nombre Bernadette Fischer, se levanta y se dirige hacia aquel que detonó el arma, se trataba del gobernador de la ciudad Don Rogelio Márquez Galván --¿Tenías que matarlo? No ves que estaba sufriendo de demencia senil, no es pecado ser viejo, sr Gobernador – --Disculpe doña Bernadette, ya había matado a dos personas, no podía permitir que siguiera matando más gente – --Entonces porque no le impacto una pierna… además quien le dijo que el gobernador es quien decide quien vive o quien muere, este no es el oeste, aquí hay leyes que hay que cumplir, el anciano tenía derecho a ser juzgado… le advierto que como m*****o del concejo que esto no se quedará así – En eso una joven muy hermosa llama la atención de Daniel, se acerca corriendo hacia el cuerpo del anciano y llorando expresa --¡Padrino!… ¡no puede ser!… ¡Padrino despierta!... ¿Quién te disparó? – Se trataba de Bárbara Márquez Villamizar, la hija del Gobernador, quien lloraba la muerte de su padrino, Melquiades de las Casas, el anciano era el dueño de la flota más grande de barcos de la región, gran exportador de vinos por todo el mundo --Barbarita hija, vámonos a casa – dice el gobernador tratando de levantarla del suelo, ella voltea a verlo --¿Fuiste tú verdad? Porque no te han detenido por asesino… mataste a mi padrino ¡Asesino! – --Barbarita cálmate…. vamos a enterrarlo como se debe… acompáñame – dice doña Bernadette, levantándola del suelo Los policías recogen los c*******s y los llevan a la jefatura civil. David quien observó todo lo que sucedía pregunta a un joven que tiene al lado --Cuando enterraran a ese anciano— --Yo creo que mañana, ese hombre era millonario, tenía dos hijos, pobres de ellos cuando se enteren de lo sucedido a su padre…. ¿Por qué pregunta? ¿Era su amigo? – --No claro que no, estoy llegando a la ciudad, soy forastero, es que me parece muy lamentable lo que sucedió aquí… por cierto Ud. me puede recomendar una posada para hospedarme— --Claro… mi madre tiene una posada aquí cerca… y cocina como una diosa … ¿Quiere que lo lleve allá – --Claro, estoy muy agradecido… permítame presentarme, mi nombre es Daniel Castillejo de Aragón, soy español, vinicultor y ando en busca de trabajo – --Gusto en conocerte, como ya te dije, soy el hijo de la dueña de la posada Doña Paquita Aragón Vargas, me llamo Martín Aragón … creo que mi madre te puede echar una mano con lo del trabajito, ella conoce a los dueños de las viniculturas más prestigiosas de la región – Mientras tanto, en la gobernación un mensajero llevaba una citación --Sr gobernador, le ha llegado una citación del concejo de la ciudad, para tratar el incidente por la muerte de don Melquiades de las Casas – dice la secretaria --¡Maldita sea!… seguro que esto es obra de Doña Bernadette Fischer… ¿Para cuándo es la citación? – --Para esta misma noche a las 9 pm, en el mismo lugar de siempre, dice que es obligatoria su comparecencia… es mejor que no falte sr. – Llega la hora indicada para la reunión y el gobernador se apersona en el lugar, entra al sótano de un antiguo monasterio, también construido de piedra encallada con madera de roble Sentados alrededor de un antiguo, pero elegante comedor de madera de roble, se encontraban doce personas cubiertas por una túnica color púrpura, todos vestían igual. Pero había un puesto vacío con una túnica, a la cabecera de la mesa, se encontraba el abate del monasterio, quien al verlo llegar dice: --Buenas noches Rogelio… te estábamos esperando, por favor ocupa tu puesto en la logia de la vid—
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