INFILTRADA

1397 Words
— ¿Te sorprendes por ser la persona que te está facilitando la entrada a este club privado? — Su voz es masculina y viril. —Claro que me sorprendo guapo, dos veces me rechazaste para hacer una alianza contigo. —Le respondo mostrando un brillo intenso en los ojos. —Jaja, jaja, jaja, a que veas que he cambiado de opinión, tenemos toda la noche para conversar acerca de nuestra futura alianza. —Salvatore dibuja una sonrisa en la barbilla. —Me sigues sorprendiendo con tus repentinos cambios, sin embargo, me agrada hacer alianza contigo. —Respondo reflejando paz y serenidad en la mirada. Salvatore me coge de la mano llevándome a una elegante mesa donde me presenta con importantes cabecillas de la mafia, mis agentes disfrazados de gánster observan pendientes cada uno de nuestros movimientos. —Te ves hermosa con aquel vestido, Mónica. —Me clava su mirada penetrante. — ¡Gracias! Tú también te ves elegante con smoking. —Le susurro suavemente cerca de su oreja. Salvatore me presenta a sus amistades, todos se levantan de la mesa saludándome respetuosamente besándome la mano derecha. Me siento incómoda estar en medio de lobos rapaces, pero es la única forma de atrapar a Salvatore y luego ir en pos de Mao Te. Ellos visten elegantemente como los gánster de los años 20 y 30. Con un conjunto típico que incluye un traje todo n***o, gris y a rayas con una corbata, fuman cigarrillos, tienen varios tatuajes en las manos y cuello, cadenas largas de plata u oro con dijes en forma de dólar, cruces y otros símbolos. Cada uno bebe coñac, whisky o brandy. Yo pido una copa de vino tinto, Salvatore bebe tequila. La mesa elegantemente está engalanada con un mantel gustoso de color blanco, vasos decorados, flores frescas y unas velas encendidas. Las vajillas blancas son de porcelana, mezcladas con copas de cristal grueso de color, los cubiertos dorados y n***o mate son dos apuestas fuertes. Finalmente los meseros vestidos con glamour nos sirven una copa de champagne. Todos los presentes alrededor de nuestra mesa esperan la entrada de Marconi al escenario. Este capo de la mafia es el principal cabecilla de las tres poderosas familias pertenecientes a Venecia, Silicia y Calabria. Mi padre y madre me hablaron de él al decirme que fue su aliado hace décadas atrás, cuando se juntaron con mi abuelo don Franco Calderone para hacer frente a Mao Te y un peligroso gánster ruso llamado, Alexander Michajlov. Al fin entra acompañado de dos hombres que están a su lado y varios gánster que lo rodean. Marconi luce anciano de aproximadamente 80 años de edad, barba blanca y cabello corto del mismo color. Su mirada proyecta imponencia, respeto y arrogancia, luce un traje color gris, sombrero n***o, corbata blanca y un bastón en la mano derecha. Él se dirige a nuestra mesa sentándose en medio, cada uno le rinde homenaje besándole la mano, otro agachan la cabeza cono señal de reverencia, en cambio yo solo le saludo estrechándole la mano. Salvatore por su parte se da un fuerte abrazo, ambos se miran fijamente a los ojos mostrando su mutuo respeto. He aquí está la juventud y la experiencia haciendo una alianza que va a mover los cimientos del poder de Mao Te. —Mi querido Salvatore, me alegra verte. —Marconi le sonríe con amabilidad. —Marconi siempre tan atento conmigo, honro tu fidelidad por causa de mi difunto tío. —Le responde de igual manera. —Todos mis respetos con tu tío, don Franco Calderone, lamentablemente no está entre nosotros pero siempre lo tengo presente en mis pensamientos. —Me dice. —Es por esta causa que hago un pacto contigo, tenemos un poderoso enemigo que nos está acechando continuamente. —Salvatore le contesta expresando odio y enfado en su semblante. —Te comprendo mi querido Salvatore, sobre todo por la trágica muerte de tu amada Nicola. —Marconi le dice mostrando seriedad en el rostro. — ¡Maldito Mao Te! Solo de pensar en esa escoria me lleno de ira. — Su voz es abrupta por lo enojado que está. Me acerco a Salvatore para calmarlo, tiene la mirada vacía recordando a su amada Nicole. Por esa parte me da pena ya que perder al ser que más amas de una manera trágica, es muy difícil de seguir adelante. Lastimosamente son las consecuencias de tener varios enemigos, mi padre don Paolo Rossi sufrió agónicamente por la muerte de mi medio hermano Filippo, a duras penas tengo varias fotos en el álbum familiar que tiene mi madre. Era guapo, buen mozo y varonil, supe que al igual que Salvatore su novia fue asesinada por un sicario perteneciente al “cartel de Cali”. No cabe duda que mi familia ha sufrido muchas desgracias. Los capos, mafiosos y gánster se matan entre sí por la conquista del poder, por eso soy todo lo contrario a lo que son, pese a que mi padre es el nieto del legendario “Al Capone”. Mi sangre es maldita por ser parte de la familia del gánster más icónico de la mafia. La reunión acaba de terminar, el acuerdo entre Salvatore y Marconi se lleva a cabo. Es la hora del banquete, presentación de un grupo musical y el baile. Los agentes del FBI constantemente me vigilan, yo espero que nos sirvamos el banquete para irnos. La información que tengo es suficiente para seguir el rastro a Salvatore y Marconi. Si estos dos capos caen indudablemente la mafia italiana pierde notablemente poder en toda Europa. Es el momento del banquete, los invitados reciben la atención de los meseros en todo momento, por lo que es muy cómodo para que las personas charlen entre sí sin tener que moverse de sus asientos. Este tipo de banquete es considerado el más elegante. Se sirven los platillos, hay servicios de cinco, cuatro y tres tiempos: botana, primer plato (sopa o ensalada), plato fuerte (pollo, pescado o carne con guarnición) y postre. Salvatore no deja de mirarme desde que empezó el banquete, me pone nerviosa pero a la vez me provoca excitación. Estoy hechizada por lo apuesto que es este hombre, mis ojos brillan al ver tan sublime espécimen. Sin embargo, debo dejar a un lado mis gustos y preferencias por esta importante misión encomendada por el FBI, además Salvatore es la persona que debo encerrar bajo las rejas. Existen muchos delitos y crímenes que ha cometido, por lo tanto, es mi deber tener las suficientes evidencias para atraparlo. Mi infiltración en las filas de estos hombres es de máximo riesgo, nadie debe notar sospecha alguna de mi persona o caso contrario la misión queda abortada. Mientras sigo luchando interiormente por mis gustos personales y trabajo, alguien me coge del hombro. — ¿Disfrutas del banquete Mónica? —Me pregunta Salvatore. —La comida es sabrosa, te agradezco nuevamente por ayudarme a ser parte de esta importante reunión entre los capos más eminentes de Italia. —Expreso una sonrisa en la barbilla. —La próxima reunión es en mi residencia, quedas invitada para sugerir a Marconi que la “princesa de la mafia”, está dispuesta a trabajar con nosotros. — Su voz es ronca, fuerte y grave. —Es hora de irme Salvatore, nos vemos pronto. —Me despido. — ¡No te vayas aún! Acepta esta pieza de baile conmigo. —Salvatore me dice mientras me coge de la mano para salir a la pista de baile. Tiemblo como una niña pequeña, estar cerca de Salvatore se eriza mi piel. ¡No entiendo lo que pasa! Este hombre me despierta profundas pasiones. — ¿Por qué tiemblas Mónica? ¿Me tienes miedo? —Sonríe irónicamente. — ¡No es eso!, lo que pasa que casi nunca bailo y eso me pone nerviosa. —La voz me tiembla y se pongo nerviosa. —Te ves más hermosa con esa carita de miedo, jaja, jaja, jaja. —Salvatore sigue riéndose con sarcasmo. — ¡Vasta! ¡Me voy! —Me suelto de su brazo con violencia. Él me agarra de la cintura apegando su rostro sobre el mío. Mi corazón está latiendo con rapidez, ¡Oh! Estoy a punto de besarme con mi peor enemigo. —Doña Mónica es hora de irnos. —Es el agente Bruce disfrazado de gánster que nos interrumpe.

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