Mi madre me dijo una vez que el arte de la curación reside en cuántas veces puedes evitar llorar cuando realmente quieres hacerlo. Yo era joven y pura, realmente creía estas palabras. Pero ya no. Ahora lo sé... Es lo fuerte que puedes llorar y gritar y aun así saber que tienes que estar bien por la mañana. Me las arreglé para mejorar esto con los años. Después de perderla después de que Jacob me traicionara... después de Alejandro. No puedo perdonarme haberle dejado acercarse a mí, más que tener mi cuerpo. Sin darme cuenta, derribé mis muros por él, con cada beso, cada abrazo, cada conversación y cada maldita sonrisa. Es solo un mal momento. Lo conocí en el momento equivocado. Y tendré que pagar el precio por eso. —Buenos días, Amara, le estaba contando a Alejandro lo raro que es q