Jonathan Todos se fueron alrededor de las cinco de la tarde dado a que las autoridades enviaron una orden para que los lugares de trabajo fuesen evacuados antes de la hora que normalmente estos tienen para cerrar, esto gracias a una nevada que comenzó a azotar de repente después de las diez de la mañana, lo que según dijeron, iba a terminar por convertirse en una tormenta. No me moví de la agencia hasta que a ella se le ocurriera salir, ya habían pasado tres horas desde entonces, por lo que, comenzaba a preocuparme que no pudiese llegar a la casa gracias a que las calles estuviesen cerradas. Me levanto una vez más de mi escritorio para ir a ver por el gran ventanal, grandes corrientes de viento azotaban sin parar, trayendo grandes nevadas que incluso costaba ver con claridad. Froto mis