- ¿Lo besaste? – preguntó Carolina abriendo mucho los ojos de la sorpresa. - Cállate, te escuchara toda la empresa – dije tapándole la boca – Ni si quiera lo hice a propósito… Tan solo sucedió – me encogí de hombros. Las puertas del elevador se abrieron y ambas entramos, Carolina presionó el botón que nos llevaría al último piso. - ¡Te dije! Bueno en realidad… ¡Te lo dijimos! – dijo muy emocionada en el elevador – Parece que no pierde el tiempo – rio un poco al decir lo último. - Me invito a salir de nuevo este fin de semana – dije mientras sentía como mis mejillas empezaban a arder. - ¿Tan rápido? – me miro sorprendida – Ese hombre realmente no pierde el tiempo, tienes que prepararte, no creo que ahora sea un simple beso – dijo dándome pequeños golpecitos con su hombro. - No di