amor de la infancia

capitulo 8 (final)

Edward

La luz del sol se hizo presente en mi habitación haciendo que abriera mis ojos por tal incomodidad, me removí inquieto y el fuerte dolor de cabeza llego más rápido de lo que pensé, mis ojos se abrieron y mire a mi alrededor.

-por fin despiertas primito-la voz de marta hizo eco en mis oídos.

Me gire para verla.

-que haces aquí? -le pregunte de inmediato.

-vine a traerte esto-me paso un vaso de agua y una pastilla-te ayudara con la resaca-me dijo.

Tome la pastilla entre mis manos y bebiendo un poco de agua me la entre en la boca.

-que paso anoche? -dije con intriga.

-bebiste más de lo que pensé, llegaste llorando y luego te desmayaste, así que te traje a tu habitación. El medico dijo que no debías tomar hasta que llegaran los resultados, eres un tonto-me reprocho.

-lo lamento, prometo no volver hacerlo-le dije tocándole le mejilla.

-por cierto, tu hermana llamo-me aviso mientras me levantaba de mi cama.

-que te dijo?

-dijo que en cuanto despertaras le mandaras un mensaje ya que no tiene buenas noticias para ti-me comento en un susurro.

-te dijo cuáles eran? -pregunte tomando mi teléfono.

-solo me dijo que te dijera que debías comunicarte con ella lo más rápido posible-me comunico.

-a qué hora llamo?

-si no mal recuerdo fue a las tres de la tarde-me dijo tocándose el mentón.

No me jodas, son las seis de la tarde.

-a qué hora llegue anoche?

-hoy a las nueve de la mañana, tu chofer te trajo.

Ni siquiera lo pensé y llamé a Isabel.

-contesta rápido.

-Edward?

-Isabel, para que me estabas llamando?

-no digas nada, te acabo de mandar mi ubicación, ven rápido.

Luego de decir aquella pequeña oración me colgó.

Por que siento que hice algo malo.

Narra Charlotte.

Terminé de entrar mis maletas en el taxi y me despedí de Ignacio e Isabel con mi mano.

-adiós, chicos, prometo no olvidarme de ustedes-les grite desde el auto.

-nos vemos pronto Charlotte.

-a donde vamos señorita? -me pregunto el chofer.

-al aeropuerto por favor.

Mire por la ventana de auto mientras el chofer se dirigía hacia el aeropuerto, me había llegado un mensaje de que podía adelantar mi vuelo unas cantas horas e irme antes.

Ni Isabel ni mucho menos Ignacio sabían hacia donde iba, pero jamás les Conte.

Cerré mi ojos para descansar un poco, no pensé cansarme tanto arreglando mis molestas.

-Charlotte? -abrí mis ojos para mirar de donde provenía esa voz.

-donde estoy? -pregunte en un susurro de voz al ver que no estaba en un auto si no en mi antigua casa.

-mi querida hija, mira ni cuanto has crecido-alce mi vista y no podía creer quien estaba en frente mío.

-mama-corrí hasta sus brazos para abrazarla fuertemente-estas aquí.

-mi hermosa niña se ha convertido en toda una señorita-se aparto de mi e hizo que diera una vuelta para que me viera bien.

-pero tu…cómo? -hizo que me callara.

-Charlotte, antes de irme quiero decirte que estoy muy orgullosa de ti, mira, llegaste muy lejos sin mi ayuda, se que no fui la mejor madre que puede existir, pero…

-no digas eso-la interrumpieres la mujer que mas amo, la que me dio la vida y la que a pesar de los momentos difíciles jamás se rindió, eres mi ejemplo para seguir-las lágrimas brotaron por mi mejilla.

-lograste hablar con Edward?

-no quiero hablar de él, solo quiero abrazarte, han pasado años desde que no recibo un abrazo sincero lleno de amor como los tuyos.

-ven aquí-abrió sus brazos invitándome a abrazarla.

-porque te fuiste madre? ¿Sabes lo difícil que ha sido sin ti? -le pregunte.

-lo lamento.

-te fuiste cuando estaba pasando por el peor momento de mi vida, pero hoy estas aquí…

-me iré pronto, solo venía a decirte que debes ser fuerte, que jamás te atrevas a bajar la cabeza, eres grandiosa, jamás lo olvide-se separó de mí y empezó a caminar.

-no mama, no te vayas-la sostuve-no me vuelvas de dejar sola.

-aunque no me veas, recuerda que siempre estaré aquí contigo, aquí-toco mi pecho-siempre viviré en tu corazón y en tus recuerdos, es hora de irme.

Traté de detenerla, pero no pude, mis piernas no se movían.

-mama, noooo, no me dejes de nuevo, no te atrevas-trate de moverme, pero solo logre caerme, cerré los ojos por el fuerte dolor que sentí en mi cabeza.

-señorita, señorita, se encuentra bien?

Abrí mis ojos lentamente y me sorprendí al ver que estaba en el auto.

Todo fue un sueño, pero fue tan real.

-disculpe, que me decía? -pregunte.

-llegamos, son treinta dólares-abrí mi bolso y le pagué.

Sali del auto y con ayuda del chofer lleve mis maletas hacia dentro del aeropuerto.

-muchas gracias.

-fue un placer.

En cuanto se fue me toque mi cabeza, no puedo negar que gracias al sueño que tuve extraño más a mi madre.

Pero así es la muerte, al ser querido al ser amada lo aparta de nuestro lado.

A donde quiera que estés madre, espero que nunca me dejes sola, hoy empiezo una nueva vida.

Camino hacia donde está el avión esperándome, pero antes de subir mire hacia atrás y en un leve susurro murmure:

-adiós, Edward.

                                  (...)

-narra Edward

Conduje lo más rápido que pude por la calle y me estacioné en frente de la casa de mi hermana.

-que pasa Isabel?

-llegas tarde-dijo.

-porque razón llegue tarde.

-Charlotte se fue-me dijo una voz desde atrás.

-que hace el aquí? -pregunte.

-el es mi novio y futuro esposo-mi hermana se acercó a él y lo abrazo.

-cómo te atreves? -lo agarre del cuello de la camisa-como pues salir con Charlotte y mi hermana al mismo tiempo?

-suéltame-se soltó de mi agarre.

-no te llame para que vengas a pelear con él, te llame para decirte que Charlotte se va hoy del país.

Me detuve en seco.

-que dijiste?

-lo que escuchaste, Charlotte va hoy, te llamé un millón de veces, pero jamás me respondiste, tuve que llamar a María quien me dijo que estabas dormido, no te da vergüenza? Se fue por tu miserable culpa, hoy me dijo que estabas a punto de tomarla a la fuerza.

-yo jamás…

-yo estuve con ella anoche y si no fuera por mí no sé a dónde hubieses llegado.

Me tire al suelo y en ese momento los recuerdos me cayeron como un balde de agua fría.

-donde esta? -pregunte.

-según la hora ya debe estar arriba en el avión-me contesto Isabel.

-a dónde fue?

-no nos dijo, pero se le olvido esto-mire al chico que Isabel dice que es su novio-para que no pienses que soy tan malo contigo.

-que es eso-tome el cuaderno en mis manos.

-Es su diario, no debería dártelo, pero creo que eres el único que merece leer lo que hay dentro.

-gracias-dije.

Solo espero que me perdones todo lo que te hice Charlotte.

Epilogo 

Un años después.

Eso fue lo ultimo que supe de ella, nadie me dijo a ¿Dónde? Nadie me dijo el ¿Por qué?

Solo se fue, un día como hoy fue la ultima vez que la vi.

Un año de que me enteré de las mentiras de María, mis tíos se llevaron a María a un centro psiquiátrico, al parecer tenía problemas de personalidad, un año de que leí completamente su diario.

Ya paso mucho tiempo, y aun la recuerdo.

La recuerdo como lo que fue para mí:

Mi mundo.

Mi vida.

Mi flor de durazno.

Mi amor de la infancia.