Maika abrió la boca y cerró pasmada. Me incorporé dando otra calada y me aproximé hacia su cuerpo tenso.
—¿De qué mierda hablas? —cuestionó haciéndose la que no entiende y sus muecas en la cara se ven divinas.
Enfócate Vilen, ve directo y acorrálala. Nada de divinas, ni exquisitas, y me dejé llevar por el morbo y enfoqué mis ojos en su pecho. Ese que me seduce con esa camisa de tirantes y pronunciado escote. Me percaté de su tatuaje, tiene en el lado izquierdo del pecho un corazón. Ese grabado en su piel te cuenta cómo está por dentro. Su corazón tatuado en el pecho tiene una navaja enterrada y se desangra.
—¿Te gusta como él adoró tu cuerpo? —La lengua me pesa por tan siquiera formular esa pregunta. Mis ojos la recorren de arriba abajo y su respiración acelerada es la prueba de que le afecto. Maika me dio la espalda huyendo del enfrentamiento—. ¿Qué pasó Maika, no eres agresiva ya? —se giró soberbia.
—Eres como los demás —tomó valor y ladeó la cabeza detallando cada parte de mi rostro. Estamos tan cerca que puedo sentir su respiración y la sangre se reúne en el sur de mi cuerpo—. Solo quieres follarme, hazlo me da igual —sacó un cigarrillo y puso en esa boca agresiva—. Te invito a poseerme y calmar tu calentura —por inercia saqué mi encendedor y encendí el cigarrillo de sus labios—. Me quedaré quieta en lo que llegas y sales —dio una calada y en su voz denota mucha verdad.
Fumé el mío pensativo por sus palabras. Esta mujer se brinda delante de los hombres y no disfruta. «¿Es posible?», la duda corre por mi cerebro.
—Te equivocas, no busco un mueble —sus ojos se agrandaron y sonreí de lado—. Conmigo gemirás y te excitarás por partes iguales.
—¡Por favor, solo cállate! —dio dos pasos atrás y deslizó la chaqueta al suelo—, quita esa calentura que tienes en esos ojos maniacos y pongamos en marcha lo importante —se quitó la camisa dejando al descubierto esos pechos firmes en ese sostén deportivo de calaveras oscuro—. Miente, dime que no deseas esto —su mano libre, acaricia su piel por la clavícula.
Joder, la cantidad de tatuajes en su piel me enamoran. Tragué duro por las ganas que tengo de descubrir esos dibujos y besarlos uno por uno.
—Eres un lienzo, lo supe desde qué te vi —se ha crispado por mis palabras.
Puso el cigarrillo entre sus labios, el pie trepó en su rodilla y deslizó la cremallera de la bota. Maika hace el mismo proceso con el otro pie y fumé viéndola. Esta mujer se desnudará y demostrará que no le importa su cuerpo. Ella solo quiere ir a lo relevante y eso es cuestionable. Me pregunto: ¿qué es importante para ella? Lo que debería ser su templo no lo es. Se contoneó bajando sus pantalones y soltando el humo, no despegué los ojos de su fascinante cuerpo. Tengo a Maika al natural y su bóxer de calaveras me hace sonreír de lado.
—Bonita ropa interior —son bóxer de hombre y sé que la he incomodado, pero no le pedí que se desnudara—. Tengo varios bóxers divertidos —su cara haciendo miles de muecas me insta a seguir en mi juego—, espero pronto poder lucírtelos. —Fui hacia ella como un depredador y lo que tengo al frente es de mi agrado.
—No estoy para halagos, solo fóllame y vayamos a la persona que quiere matarme —murmuró escondiendo su miedo, pero lo he descubierto y esa fachada no me la compro.
Maika está jodida con una herida letal que la ancla a la puta oscuridad. No hay problema con la oscuridad y eso le enseñaré.
—Por lo que he visto son varios los que quieren tu cabeza, empezando por Edmon —soy un idiota que le hace honor a su apodo y ella se movió hacia mi cama.
Cada movimiento suyo no puedo quitar la vista y apagué el cigarrillo en la mesita de noche. Le falta la pierna izquierda y partes de su espalda sin tatuaje. Su cabello suelto llega a mitad de espalda.
—Empieza y pasea tu masculinidad ante el mundo —se tiró en mi cama y doy gracias a las empleadas de que la mantienen limpia.
Le demostraré quién es Vilen Petrov y que conmigo obtendrá todo el placer. Estoy de pie al frente de ella e incliné poniendo cada brazo a sus extremos. Maika soltó el humo en mi cara y ese gesto me prendió. Rocé con mi nariz ese lunar de luna que atrae a mis demonios y arrastré hasta llegar a su cuello. Su respiración es agitada y conecté mis ojos con los suyos. Es increíble su aroma a tabaco mezclado con naturaleza. No se ha movido y su piel con tinta me da la bienvenida.
—Veremos si puedes permanece inmóvil y silenciosa —me jacté y me deslicé por su cuerpo rozando mi m*****o duro en su pelvis.
Mis manos puse en el borde del bóxer y espero que se retire. La reto con la mirada y ella viró los ojos para arriba. Veremos tu aguante Maika y se acomodó para atrás en la cama.
—Hombre de fe, quién diría —dijo irónica y le quité el bóxer.
Joder, su piel me incita a descubrir sus labios y me zambullí como un hambriento. Mi lengua certera lamiendo y con mis manos abrí sus labios rosados. Quiero que ella me recuerde dando placer a su sexo y que se muera por sentirme de nuevo. Haré que me ruegue que la posea y hacerla llegar. Mis ojos no se despegan de los suyos aburridos y Maika continúa fumando. Hasta ahora se ve inmune, pero sé que todo cambiará y no le doy tregua con la lengua. Juego con su clítoris apretándolo y lamiendo rápido. Probarla es mi nuevo deporte y que conste que no soy deportista, pero por ella corro un maratón con tal de comerla una vez más. El cambio en sus ojos fríos a llenos de chispas no me pasa desapercibido y dio una calada. Me atrevo a apostar que la tengo volando y achispada. Un leve gemido se le escapó y ahogó con una tos fingida. Además, de agresiva me salió actriz y me detuve. Puedo ver sus ojos cruzados y con signos de interrogación. Lo cual no admitirá y le doy la vía libre por ahora. Gustosamente, me relamí los labios degustando sus fluidos.
—Maika, estás empapada —con mi dedo, hice movimientos circulares en sus clítoris e introduje un dedo—. Mojada y caliente —ronroneé y expulsó el humo haciéndose la dura.
—El cuerpo podrá estar mojado, sin embargo, eso no significa que lo estoy disfrutando —debatió con su voz excitada y se lo concedí.
Puedes estar siendo violada y mojarte, pero sentir el asco del mundo. No obstante, tengo varias pruebas, empezando por esos ojos y terminando por su gemido oculto por la tos. Decido ser más sucio y metí otro dedo en su v****a. Mis dedos la follan, mi m*****o siente celos de ellos en este instante y los saqué de golpe. Los llevé a mi boca y lamí lentamente su sabor.
—Ni modo —comenté sarcástico y quité el botón del pantalón—, si no disfrutas, lo haré yo —deslicé mi cremallera y con su atención liberé mi polla.
Sus ojos no los desvía y puedo venirme con tan solo su mirada. Mi mano empecé a subir y bajar. Dándome placer con su ayuda, es como si ella me follara con la vista. Verla abierta y mojada me hace acelerar el ritmo. El placer se reúne en mi polla y la trabajé. Maika podrá engañarse, pero el efecto Vilen nunca se borrará de su mente y menos de su retina. Aumenté la fricción, mi cabello cayendo como cortina alrededor de mi rostro y mordí mis labios. El silencio mientras me masturbo es cómplice de que este cuarto con las personas dentro están excitadas quieran o no. Cada roce me hace subir a tope y la tensión me indica que me correré. Por joder derramé mi semen en su vientre lleno de tinta y solté un gemido viendo lo hermosa que se vislumbra marcada.
—¡Idiota! —se enfureció y me iba a dar con su mano, pero la sostuve y coloqué en mi m*****o.
Se quedó quieta cerrando la boca y me aseguré de que sus dedos tomaran la polla. En sus ojos puedo ver su excitación y con mi mano en la suya la subí bajé. Joder, aunque los movimientos son por mi parte, su mano tiene contacto con mi polla y ella no se retiró. Sé que desea no solo tocarlo, también chuparlo y eso será más pronto que tarde.
—No sabía lo mucho que necesitaba soltar la tensión, gracias Maika —liberé su mano y ella reaccionó frunciendo el ceño.
—A la verdad que estás mal del coco —indicó su sien y con el m*****o despierto me encaminé hacia el armario por una toalla—. Pudiendo follarme te das placer a ti mismo —su voz es asombrada u ofendida.
Sequé el embarre de semen entre mis dedos y arrojé la toalla hacia su vientre.
—Si voy a follar me gusta que la persona esté en modo gozar, si es una planta muerta no funciona —hice un chasquido con la lengua y alcé mis manos, pero la chica agresiva se perdió en mi polla—. Tengo manos como puedes darte cuenta y puedo darme placer.
—Suerte, porque no soy la chica indicada —se frotó duro la toalla en su piel, se querrá quitar los tatuajes de paso—. Ahora quiero que te enfoques y ayudes a matar a Todor Anisimov —se puso en pie y me doy cuenta de que no he visto sus senos.
Me aproximé hacia ella y con mi dedo rocé su protuberancia justo donde está el tatuaje de corazón herido. Se alejó como una fiera acorralada y levanté una ceja.
—Despacio, no te haré daño —alcé las manos en defensa—, tus senos no conocí y me dieron curiosidad —me quité la chaqueta de tigre y puse en la cama.
Guardé la polla en el bóxer oscuro y sus ojos fingieron que no vieron.
—Se acabó el intercambio, vuelve a lo importante, me debes y he venido a cobrar —su voz es extrema y me incliné sacando la camisa por la cabeza.
Necesito un baño, hice una bola con la camisa y la lancé al suelo. Maika agarró sus pertenencias del suelo y caminó hacia la puerta del baño.
—¿Por qué quieres matarlo? —su semblante se deformó y se puso más pálida de lo que es.
Me recosté en el espaldar de la cama quitando las botas con el talón y ajustando la almohada en mi espalda.
—Eso no es tu asunto. —Fue muy grosera y bufé.
—Para tu información desde hoy me incumbe, si voy a arriesgar mi vida y la de mi banda…
—No… —negó vehemente—, no hablaré —afirmó y solo la miré—. La información que debes grabar es esta: el tipo es un hijo de puta que se merece todo lo malo y de paso joderé su vida. —Su rabia es desde lo profundo y está bien jodida.
—Por ahora no te obligaré, pero lo sabré —rebusqué en mi bolsillo la caja de cigarrillos.
Tocaron en la puerta y ella me dio la espalda. Ese culo sin ropa se ve bien y silbé.
—¡Vilen, mueve tu apestoso culo! —es el Gigante y solté la caja en la cama—. ¡Te esperamos en el laboratorio! —gritó mi hermano y me levanté.
Antes de abrir me fijé en ese culo sexy y ella tiró la puerta de un manotazo. Al abrir la puerta, salí y cerré para darle privacidad a Maika. Gregori enseguida miro mi pantalón abierto y subí el cierre, tranquilo.
—Joder, te la tiraste —asumió el Gigante y eso hubiera querido.
—Todavía y mi polla lo lamenta —admití y mi hermano no me cree—. Demonios, ¿quieres un resumen detallado? —refunfuñé y él se alejó sonriendo.
—No gracias, allá tú y tu polla —se mofó y me señala—. Espero que hayas calmado tus demonios y vayas sereno al laboratorio.
El laboratorio que habíamos quemado lo remodelamos y quedó mejor que antes. Por supuesto, sin la lacra de Alexei.
—Trataré de controlarme, ¿y los tipejos? —pregunté y metí el cabello detrás de la oreja.
—A Edmon le dimos unos analgésicos y vendamos la mano jodida —se ha puesto serio—. El otro ha recibido unos merecidos golpes y estamos esperando que nos acompañen.
—Perfecto, Maika se está bañando —Gregori alzó una ceja y sonrió—. Solo fueron unos calentamientos, no pasó nada, pero si pasaba no me enojaba —dije seguro de lo que quiero.
—Aconseja a Maika, las personas estamos ayudando en su causa y ella no es muy amable —susurró Gregori y asentí.
—Es una fiera difícil de domar, pero intentaré —murmuré dudando de que pueda lograrlo.
—Algo me dice que no será posible con ella —se burló el Gigante y se fue el malnacido sonriendo.
Maika tiene un gran dolor que lo oculta siendo prepotente y arisca. No la juzgo porque la vida nos moldea y endurece. El problema es que aunque logre matarlo, si no tiene una mano que la mantenga en la tierra, se ahogará en la oscuridad.