—Debo sentirme segura porque no eres un ser sobrenatural. —Sus manos guía hacia su cabeza, se quita la gorra de oficial y su cola de caballo sufre el daño al aflojarse. Persigo el mechón que cae al frente de su ojo izquierdo—. Kira, procesa y borra todo —habla atolondrada mientras su dedo índice de la mano derecha, da leves toques a su sien y cierra los ojos con fuerza—. Es humano, estás a salvo —susurra con locura y le arrebato de cantazo la gorra de su mano—. ¡Mierda! —La oficial se acelera y saca la pistola como un rayo.
En un segundo acabé con su ridiculez. La cara mantengo sin expresión y me acomodo la gorra; el ajuste no va con mi casco y no entra del todo. Ella no baja el arma y tampoco despega sus ojos oscuros de mi cuerpo. La gorra se queda de lado en mi cabello y sin importarme
