… Vilen Mis demonios se alteran cada vez que su demonia sufre desconsolada. Verla abrirse a la banda me llenó de orgullo y al mismo tiempo quería callarla a besos mientras la penetraba para que su herida doliera menos. No desaparecerá nunca esa pérdida, pero puedo adormecer sus días y ser su pañuelo para que se desahogue. Maika vivió una pesadilla despierta. No ayuda confirmar que su hermana mayor pudo ser la salvadora y prefirió su trabajo de la ley. La mente se le jode a cualquiera. La verdad duele y empeora cuando no hay error. Maika tenía retazos de la voz de Dunya. No estaba segura. Sin embargo, anhelaba que todo fuera producto de su imaginación. En cambio, aparece su papochka y confirma sus miedos. Su corazón está deshecho y abierto a la intemperie. La Ratoncita le dio otro navaja