Capítulo 6

1654 Words
Mis lágrimas se hacen presentes al igual que el temblor en mi cuerpo, siento que todo me marea y las nauseas se hacen presentes, nos estacionados en un lugar sumamente apartado de todos esos reporteros. Por el rabillo de mi ojo me doy cuenta de que el doctor Anderson revisa para ver que ya no nos sigan y regresa su mirada hasta mi. Se sorprende y rápidamente busca algo en su saco n***o, me extiende un pañuelo de tela con sus iniciales, le dedico un intento de sonrisa y comienzo a limpiar suavemente mis ojos. -Los hemos perdidos. -Esta bien-sussurro si entiendo la garganta aridiendome, una vez que terminó de secar mis ojos, salgo de la camioneta azotando la puerta. Puedo escuchar como la otra puerta se hace presente también. -¿Señorita Marshall? -¡Estoy harta!-exclamo para girarme a sus dirección-Odio que los medidos y los reposteros hagan este tipo de cosas, solo quiero que me dejen en paz. -No es solo eso. Hay algo más que te molesta. -Creí que lo sabía todo Doctor Anderson. -Solo se lo que tu me has mostrado, debes tranquilizarte y respirar-comenta mientras se acerca a mi y tapa una de mis fosas nasales-Ahora respira lentamente-hago lo que me pide una y otra vez hasta que siento como me tranquilizo-¿Mejor? -Si, gracias-susurro mientras lo observo a los ojos-Disculpe por todo lonque tuvo que pasar en estos momentos. -Descuida, se que estas pasando por un mal momento, pero quiero que me veas como un amigo en lugar de tu psicólogo. -¿Lo dices porqué nuestros abuelos eran amigos?-preguntó enmarcando mis cejas. -No, porqué realmente quiero ser tu amigo, además hay mucho que hacer y buscar soluciones, si no me dices todo no podemos avanzar nunca Andrea. Te daré tu tiempo, hasta que tu misma estés lista para hablar. -Solo que no me siento lista, se que con la muerte de mi abuelo cambiaron muchas cosas, pero quiero seguir con la terapia psicológica por mi propio bienestar y porqué se lo prometí a mi abuelo, al menos es lo que puedo hacer después de no estar con él en sus últimos momentos de vida. El doctor Anderson me abraza y puedo sentir el olor de su perfume... ¿De marca? Me dejo llevar por su abrazo, en estos momentos necesito algo como esto. Se separa de mi y me sonríe. -Puedes llamarme cuándo quieras, estaré para ti. -Muchas gracias. ¿Quiere que lo lleve a algún lado? -Estaré muy agradecido con usted señorita Marshall, puede llevarme a mi consultorio por favor. -Será un placer-comento con una leve sonrisa. ****************************************** Una vez que he dejado al doctor Anderson en su consultorio y volverme invisible para los reporteros, finalmente llego a mi destino al edificio donde vive mi amiga Ruby. Estacionó la camioneta en el enorme estacionamiento, me bajó y me dirijo a la recepción dónde me encuentro a un hombre de unos cuarenta años. Él me sonríe muy amable y yo hago lo mismo. -Buenas tardes señorita. ¿A que piso irá? -Buenas tardes, voy al piso 4.en el departamento de la señorita Ruby. -¡Claro que si! Puede pasar. Le comentaré que subirá. -No hace falta. Quiero darle la sorpresa. -De acuerdo. Me despido de el hombre y tocó el botón del elevador, cuándo este abre sus puertas presionó el número cuatro y la música típica de los elevadores se hace presente al igual que varios reflejos mios. ¿Por qué tantos espejos? Cuándo las puertas se abren me encuentro frente a frente a la puerta de su departamento, suspiro y respiro lentamente para chocar mi dedo índice contra el timbre. Escucho varios ruidos proveniente del departamento, espero que no sea lo que creo que es. La puerta se abre unos minutos después y me encuentro con la mirada triste de mi amiga. Quien me abraza en cuento me ve. Nos adentramos al departamento y con mi pie libre cierro la puerta. -Acabo de enterarme de la muerte de tu abuelo-comenta mientras se separa de mi cuerpo y toma mis manos entre las suyas-sabes que él también fue un familiar más...bueno toda tu familia en si. ¿Sophie te ha marcado? -No, no lo ha hecho, estoy segura que su novio no le permite hablar con nadie. -¡Ese hijo de puta! -Te prometo que sacaremos a Sophie de ese lugar, solo debemos esperar el momento adecuado. Ruby me indica con un gesto proveniente de su mano, que pasemos a sentarnos en el sofá lo cuál hacemos. -Se que en estos momentos te sientes mal, aunque no me lo quieras decir. Se que más que tu abuelo era como un padre para ti. -Me duele todo lo que esta pasando, la muerte de mi abuelo, eo no estar con él en sus últimos momentos de vida, me siento culpable por eso. Que los reporteros me sigan a todos lados. -Por cierto, dieron la noticia de que estas saliendo con alguien. -No es lo que piensas, solo es un amigo. -Andrea esta bien si solo es tu amigo o tu compañero s****l. -Es la verdas, solo es un amigo psicólogo y curiosamente es nieto del amigo de mi abuelo. Como sea, detesto que siempre esté bajo el ojo público. -Quiero que seas sincera conmigo. ¿En serio te gusta la vida que llevas ahora mismo? -¡Claro que si! Solo que no me agrada que me sigan a todos lados. -Yo recuerdo que preferías una vida normal, lejos del bullicio de la ciudad, tener un buen esposo y cuatro hijos. Creo que eso es lo que necesitas amiga. -Ruby, teníamos ocho años cuándo te dije eso, además las personas al igual que sus sentimientos, gustos y pensamientos cambian. -Pero sigo pensando que ese es el cambio que necesitas en tu vida. Me quedo en silencio por unos momentos, Rubyse levanta del sofá oara dirigirse a la cocina. ¿Eso es lo que necesito? ¿Dejar todo? Varios pensamientos como esos desaparecen en cuanto Ruby llega con dos copas y una botella de vino. _Recordemos viejos tiempos, cuándo teníamos pijamadas. Quédate a dormir esta noche. -De acuerdo. Muchas gracias por dejarme estar aquí.. Necesito un momento para mi y olvidarme de todo por un momento. No entiendo como es que mi abuelo murió si él estaba muy saludable y fuerte para su edad. -¿Tu familia no lo ha declarado? -No, pero ni siquiera a mi me han dicho de que murió. -Pero tienes los buenos momentos con él, eso es lo que importa. Tal vez no estuviste con él en esos días, pero siempre lo llevaras contigo en tu corazón. -Gracias. -Con respecto a ese chico. -Es solo un amigo psicólogo, no hay nada ente nosotros. -De acuerdo, no te voy a insistir más. ****************************************** El ambiente es menos desolador y las risas se hacen presentes por toda la habitación mientras escuchamos música y disfrutamos de otra nueva botella de vino. Cantamos, reímos, bailamos y gritamos sin importar nada. -Gracias, me hiciste olvidar por un momento de mis problemas. -Descuida, por cierto. ¿Cómo vas con respecto a la gala? -Todos confirmaron su asistencia, incluyendo a ya sabes quien. -¡No! Ese tipo. ¡Andrea no puedes permitir eso! -No puedo hacer nada, recuerda que el hotel se renta y ellos invitan a los empresarios, famosos actores, políticos y modelos, yo no decido quien entra y sale de ese evento. Nos guste o no se ha vuelto uno de los empresarios más famosos al igual que sus amigos. -A parte de ti. Eres más influyente que ellos. -Pero solo en Nueva York. Ellos lo son en varios estados incluso países. Mi abuelo tenía la idea de aliarse, pero debemos esperar a que dice la familia. -¡Eso es tan injusto! Tu tienes más reconocimiento que tu familia, tú eres la que hace más por esos hoteles más que ellos. -Todo porqué según mis tíos y padre aún no estamos listos para llevar toda la responsabilidad del hotel, yo soy la que se merece más reconociento. Todos piensan que soy la niña mimada al igual que mis primos. ****************************************** La película se sigue reproduciendo observo a mi lado y me encuentro con amiga completamente dormida con la boca semi abierta. Me levanto y agarrarlo una de las sábanas que estan sobre la cama para poder taparla y que no pase frío le doy un sutil beso en la frente, le pongo pausa a la película comienzo a salirme de esta y así poder apagar la televisión. Una vez que realizo todo esto tomo la otra sábana me voy a la siguiente habitación para sentarme cerca de la cama. Comienzo a llorar bajo las sábanas, todo en mi vida esta hecho un desastre. Todos los buenos y malos recuerdos se hacen presentes. Empiezo a sentir como mi pecho palpita con rapidez, observo mis manos temblorosas, el aire esta desapareciendo de mi cuerpo. Grito con fuerza sin importar que me escuchen me quedo en posición fetal sobre el suelo mientras lloro, grito, empiezo a golpearme mi cuerpo una y otra vez. La puerta se hace presente al igual que las luces de la habitación, los pasos y la voz proveniente de Ruby. Siento como aparta la sábana de mi cuerpo he intenta controlar mis golpes. -Dime que hago para ayudarte-comenta desesperada, abrumada, triste, sorprendida varias emociones y sentimientos en un momento. -Ni yo se cómo ayudarme-comento llorando mientras me sigo golpeando en mi cuerpo. -¡Ruby basta!-comenta mientras me ayuda a sentarme y me abraza-Tranquila aquí estoy para ti amiga, no voy a permitir que te lastimes más. Todo está bien. Comienzo a tranquilizarme en cuento siento sus manos acariciar mi cabello, mie cuerpo sigue temblando ligeramente, ella sostiene mi rostro y besa gentilmente mi frente. -¡Aquí estoy amiga! No me ire a ningun lado. Estaré contigo toda la noche.
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