La heredera Marshall

Capítulo 2

En el rostro de Jonathan se refleja el odio que me tiene, ambos nos retamos con la mirada y la tensión se hace presente en el lugar, con que a esto se refiere mi querido abuelo. Puedo sentir las miradas de las personas al igual que sus murmurós, Ruby comienza a interponerse entre ambos mientras me ruega con la mirada que no cometa una gran estupidez.

Por el rabillo de mi ojo me doy cuenta de que Sophie comienza a llorar y solloza suavemente por lo bajo, por su parte Rubí ahora se acerca a ella para poder consolarla debido a que su pequeño e inofensivo cuerpo comienza a temblar bajo sus brazos.

Subo y bajo mis manos en señal de rendición pero por dentro quisiera ahorcar yo misma a ese estúpido. En mis oídos resuena la voz de Rubí quien le pide que se retire al contrario de Sophie que le ruega que se vayan. Mis pies automáticamente se mueven a la figura de mi amiga sumisa. Como me encantaría poder hacer algo más por ella. Ese miserable se acerca a nosotras y la toma del brazo con brusquedad jalandola casi a rastras.

Las personas del restaurante son capaces de hacer algo con respecto a ese tipo de agresión. Y es algo que me molesta aún más.

-¡Es un maldito posesivo!-chilla mi amiga.-Puedes creer como la trata. Es un poco hombre-comenta con furia-¡Nos arruino nuestro comida!.

-¿Porqué no me avisaste que estaba Jonathan aquí?-pregunto enojada, mientras mi pecho sube y baja con fuerza, aún sigo sintiendo la adrenalina correr por mis venas.

-Mejor vámonos-sugiere la rizada-Te conozco perfectamente y se que eres capaz de hacer un alboroto aquí-comenta entre risas mientras separa unos de sus rizos de su rostro bronceado.

Ambas salimos del restaurante pagando la comida que jamás pudimos disfrutar mientras me pongo mis lentes de sol. Puedo escuchar como Ruby me comenta algo de unos periodistas. Entrelazo su brazo como el mío y ella sonríe.

-Te acuerdas que hace años pensaron que éramos pareja- ríe sutilmente porqué sabe que nos están tomando foto.

-No me gustaría ser pareja de mis amigas-comentó mientras abro la puerta de mi lado de la camioneta y mi amiga también me imita. Podemos notar los gritos y flashes provenientes de los paparazis pero los ignoramos por completo hasta alejarnos.

-Andrea debemos hacer algo, no podemos permitir que Sophie viva en ese tipo de condiciones con ese hombre.

-Eso es algo que se Ruby, el maldito problema es que Sophie es sumisa y piensa que todo eso es "amor". Ni siquiera nos manda algun mensaje para impedir que ese bastado se enoje con ella.

-De todas formas debemos buscar una solución. Mira que Sophie ya no es la misma que conocemos desde hace años. Ha cambiando desde que lo conoció.

-Escucha vamos a platicar de esto con más calma. Esto es un tema serio y si te das cuenta es algo que también a nosotras nos afecta.

-Cambiando de tema. Puedes llevarme al trabajo, tengo una sección de fotos que hacer dentro de dos horas, pero si te soy sincera hasta el hambre se me quito.

-Sin problema amiga-comento acelerando.

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Observo con una sonrisa la sección de fotos que le estan realizando a mi amiga la rizada, mi celular suena y se que es una notificación bajo mi vista y me encuentro con un mensaje de asistente Cindy comentando que tengo mi primera cita con el psicólogo Anderson dentro de dos horas, incluso me ha mandado la dirección de su consultorio. Ruedo los ojos con molestia y guardo mi celular mientras mi amiga se dirige a mi sosteniendo un enorme tocado de serpientes en su cabeza.

-¿Todo bien?-pregunta mientras da un sorbo a su pequeña botella de agua.

-Si-comento intentado no sonar tosca-Son cosas del trabajo, ya sabes como es todo esto, son muchas reuiones con inversionistase e ir de un lado a otro... lo mismo de siempre.

-Entiendo, imagino que tendrás que retirarte, pero te agradezco que me acompañaras en este momento.

-Sabes que lo hago con mucho gusto.

El sonido de una risa característica se hace presente, volteamos a tal ruido escandaloso y nos encontramos con Celine Cano.

-Andrea Miller, es un gusto verte de nuevo-comenta irónica.

-Lastima que no pueda decir lo mismo.

La mirada que me regala es una mezcla de odio con molestia, yo solo la ignoro y continuó despidiendome de mi amiga , pero en ese momento el fotógrafo se hace presente.

-Pero miren a quién tenemos aquí a la hermosa Andrea Miller, hace mucho que no te veia. ¿Vienes a volver a hacer modelo de nuevo?

-Me temo que no, solo vine a acompañar a Ruby a la sección de fotos.

-Siempre apoyando a tus amigas como se debe. Por cierto hay una revista muy famosa en el mundo de los negocios, que quiere tomar fotos de varios empresarios influyentes del país. Desde luego eso te incluye a ti.

-Deade luego espero la invitación a esa sección fotográfica.

-Deberías volver a hacer modelo de nuevo, tu carrera comenzaba a despegar.

-Prefiero dejar esta platica por terminada, si no es molestia.

-Yo pienso que Andrea debería quedarse como empresaria, como modelo no hacía un buen trabajo-comenta con una mueca Celine, pero todos la ignoran, por el contrario mi amiga solo posa su mano sobre mi hombro y me comenta:

-Deberías volver a retomar el mundo del modaje.

Tal vez sea buena en ese mundo, pero a mi no me gusta solo entre porqué mi madre así lo quiso desde que nací.

-Lo voy a pensar-comento secamente-si me disculpan tengo que retirarme, tengo mucho trabajo que hacer.

Me despido una vez del fotógrafo y de mi amiga incluso de Celine quien solo me ignora. Camino hasta la salida de la habitación de fotografía y me encuentro con todo el personal de la empresa de modelaje corriendo de un lado a otro con mucho vestuario, maquillaje y maletas...demasiadas maletas.

La vibracion insistente proveniente de mi celular me hace bajar la mirada y darme cuenta de que es mi madre. Suspiro y atiendo su llamada:

-Hola madre-comento entre dientes y tapando la pequeña bocina del aparato móvil.

-Hija. ¿En dónde estas?-pregunta con curiosidad en su tono de voz.

-Estoy en la empresa...a punto de empezar un negocio.

-Tu abuelo ya me comentó acerca de la visita al psicólogo, dejame decirte que me parece una idea genial. Debes controlar tu carácter en todo momento querida.

-Madre, eso es lo de menos-comento mientras camino por todos los pasillos de la empresa para disponerme a salir, pero varias voces hablando acerca de una sección de fotos se hace presente, a lo cuál mi madre chilla de la emoción y puedo notar como la gente me regresa a ver.

-¡No lo puedo creer! ¡Haz vuelto a modelar! No sabes cuánto estuve rezando para que eso pasara de nuevo hija, estoy tan emocionada y excitada por dicha noticia.

-No madre, no he vuelto a retomar la carrera de modelaje, solo vine a acompañar a Ruby a su sección de trabajo. Hablamos después porque tengo cita con el doctor Anderson en estos momentos.