[ANYA] Jamás en mi vida había sentido algo como lo que me pasa en estos momentos. No puedo dejar de temblar, ni siquiera tengo claro donde estoy. Renzo me sienta en un sillón y acomoda la americana que me dio cuando me saco de la empresa —Te traeré agua, ¿sí?— Me dice y no le puedo ni siquiera responder, solo me hago pequeñita acostándome y abrazándome a mis piernas. No sé si estoy temblando por la manera que él me atacó, o por el hecho de que me tuve que defender de la forma en que lo hice. Veo mis manos aún manchadas de sangre y tiemblo con la sola idea de que él pueda morir. Soy consciente de que es eso exactamente lo que se merece después de lo que me hizo, pero me rehúso a cargar con una muerte sobre mi espalda. —¿ Qué han dicho los doctores?— Escucha que pregunta Renzo y ni siqui