Un completo y verdadero desastre.
– No entiendo de qué está hablando – al igual que yo, el sacerdote no entiende lo que sucede.
– Casia Treman, ese es el nombre de mi hija, quería unirse al convento, salió de casa hace cinco meses y usted me dijo que jamás llegó, le di su nombre, su descripción y usted insistió en que no la conocía – las manos de Roca tiemblan mientras habla – me dijo que ella huyó de casa y contó una mentira para que las autoridades no la buscaran.
Los mercenarios atrapan a las monjas que están dentro del templo y atan sus manos y piernas.
– Por favor, somos una casa de ceremonias, no nos haga daño – suplica el sacerdote.
Uno de los mercenarios regresa del sótano cargando una bolsa – encontré el botín, está abajo, hay como mil cajas – no creo que las haya contado – s
