Antes de retirarme de la propiedad Abramovich, la señora Rose me entrego una carpeta en la cual venia toda la información detallada de la medicación que le es aplicada a su hijo, con la finalidad de que tuviera noción de lo que debía empezar a administrarle, debido a que de ahora en adelante el seria mi paciente y yo su enfermera.
Aún no me lo creía, nunca pensé que atendería a un paciente por mi cuenta sin ser médico como tal, ya que en el hospital siempre soy supervisada por algún médico o por las enfermeras, pero debía empezar a creérmelo ya que me había comprometido en hacer esa labor.
Me sentía aún más aterrada porque el estudiar esta profesión no era fácil para mí y ahora atender a este chico que me produjo una sensación extraña cuando lo vi la cual no podía descifrar que era exactamente, llegaba a confundirme, solo pude percibir que en ese instante su presencia me había generado una fuerte confusión mental, a tal punto que al haberlo conocido mi comportamiento fue como si algo en mi mente no estuviera bien, como si el solo verlo me hiciera no pensar con claridad, reacción que quizás tenia ya que no suelo mantener contacto ni cercanía con ningún chico. Diría que nunca la he tenido y ahora estar con él sabía que me haría sentir también nerviosa, sobre todo por ese extraña sensación que había dejado en mí.
Estando en mi modesto departamento comencé a hojear cada página de la historia médica de Zayn Abramovich, en ello su imagen venía a mi mente, era como si se hubiese quedado allí, como si fuese necesario recordarlo. Estando en mis pensamientos ocasionaba que me sintiera inquieta, actitud que me extrañaba dado que era una sensación que no había tenido ni siquiera con Brandon, quien me ha llamado la atención desde que llego al hospital Portland. Mientras pensaba en eso escuche que tocaban la puerta del departamento.
Vi la hora en mi reloj de muñeca y comprobé que eran las siete y media de la noche, pareciéndome extraño de quien podría tratarse a estas horas, por ello me levante del asiento y fui hacia la ventana a echar un vistazo, al hacerlo supe que era Karen, esta estaba con su teléfono en mano como si estuviese marcando para hacer una llamada, la cual impedí que hiciera ya que inmediatamente abrí la puerta para que accediera.
—Evannia ¿Porque no me contestas las llamadas? te he hecho miles, ¿Dónde has estado? ¿Olvidas que me preocupo por ti? —reclamaba mientras se adentraba, sonando un poco enojada en el tono que pronunciaba las palabras que refería
—Karen, pensé que estabas enfadada conmigo, además, mi teléfono no lo he escuchado sonar —replique para ir en busca del móvil, el cual había dejado en el bolso.
Al tenerlo en mano corroboraba que estaba apagado, al parecer se había descargado, en vista de eso dispuse ubicarlo para que se recargara.
—Evannia ¿Dónde estabas? fui a buscarte al servicio donde sabía que te correspondía estar y no te encontré, una de las enfermeras me indico que te fuiste a las tres de la tarde ¿Qué ocurrió?
Para explicarle lo ocurrido le indique que me siguiera hacia el desayunador, lugar que uso también como comedor y para revisar los pendientes académicos, allí tenía la historia médica que estaba leyendo cuando ella apareció.
—Karen, lo que sucedió es que a partir de mañana ya no iré al hospital
—¿Cómo? ¿Decidiste finalmente dejar la carrera? —pronunciaba tales palabras mientras me admiraba asombrada, dejando su teléfono en la mesa para tomar asiento
—No, ya te dije que eso no lo haré, así no me agrade ni apasione debo hacerlo, mis padres se están sacrificando por mi
—¿Y que ahí de ti Evannia? ¿Cuándo empezaras a vivir realmente?
—Pues, lo estoy haciendo
—Esto no es vida, estudias algo que detestas con todas tus fuerzas, lo sabes.
Ante su comentario solo le negaba con la cabeza y acomodaba en la carpeta las páginas de la historia médica.
—Entonces si no es así como pensaba ¿qué harás ahora? acabas de mencionar que no iras al hospital
—Seré enfermera exclusiva de un paciente, por eso no iré por los momentos
—¿Enfermera exclusiva? Pero si tú no eres enfermera y tampoco nos hemos graduado de médico—preguntaba Karen muy confundida
—Lo sé, pero es un trabajo y a la vez será un favor que le haré a la doctora Stefany
—¿Cual doctora es esa?
—La doctora Sanders, Stefany Sanders ¿ya la ubicas?
—¡Ah! Si, ya sé de quién se trata, es una de las Hematólogas del hospital, pero cómo es eso explícame, porque hoy no dijiste nada al respecto cuando nos vimos en el almuerzo
—No me diste oportunidad de comentártelo porque te fuiste molesta conmigo
—Si me moleste contigo Evannia, es el colmo de que te empecines siempre con lo mismo, eres una chica hermosa, asombrosa y tú no lo ves. Pero no quiero hablar de eso ahora, mejor coméntame sobre lo que harás, no me dejes con la curiosidad.
Decidí complacerla y comentarle lo ocurrido, sin embargo, previamente le indique que hiciera un pedido de comida, esta noche no tenía ánimos para cocinar y realmente tenía hambre, ante mi petición ella accedió, argumentando que tampoco había cenado y que al igual que yo tampoco le apetecía prepararse nada.
Minutos más tarde de que trajeran el pedido, mismo que llego considerablemente rápido ambas lo devoramos. Al haber finalizado empecé a relatar lo sucedido sobre el paciente que atendería.
—¡¿Trabajaras con la familia Abramovich?! ¿De veras?
—¿Cómo? ¿Los conoces, Karen?
—Obvio, hasta yo que soy extranjera se quiénes son y tengo entendido que también todos en Londres. Veo que esta tan atormentada con la carrera de medicina que ni de esa familia tienes conocimiento, pero dejando eso a un lado ya que sabrás de ellos, más ahora que atenderás al heredero, dime ¿cómo es? ¿Llegaste a verlo? porque si sufre de ese tipo de trastorno que es el miedo a los exteriores nadie debe de saber cómo es físicamente
—Sí, tienes razón nadie lo sabe, según lo que me dijo su madre
—Lo sabía, pero dime, ¿cómo es? estoy segura que tu si lo viste, vamos dímelo
—En realidad lo vi muy breve, al parecer no le caí bien, ya que después que me observo y me detallo entablo una conversación con su madre, tras eso se marchó por una puerta de su habitación. No obstante pude comprobar que es muy alto asi como atractivo
—Mmm ya veo, y como no va a salir corriendo, mírate como fuiste vestida, pareces una monja, cubierta hasta el cuello.
Lo que refería Karen era cierto, el vestuario que suelo utilizar son faldas muy largas acompañadas de blusas que llegan a cubrir mi cuello y mangas igual de largas.
Siempre me he vestido de esta manera ya que mis padres asi lo decidieron desde que era pequeña, asimismo, también era una forma de cubrir esa falta de seguridad que poseo conmigo misma. Nunca me he considerado una chica atractiva, por ello suelo ocultar mi físico en este tipo de vestiduras.
—Evannia, dame más detalles ¿atractivo cómo? se mas especifica
—De acuerdo, Zayn, como es el nombre del joven que atenderé es alto, de cabello rubio, rostro muy llamativo, de piel blanca y unos ojos...—al llegar a este punto hice una pausa, recordando con ello su mirada, esa tan profunda e intensa que me hacía sentir vulnerable ante él, como si de alguna manera a través de ella pudiera dominar mi ser
—¡Hey! a ti que te pasa ¿porque te detuviste y te quedaste como boba pensando? ¿No me digas que te gusto?, porque por como lo describes se escucha como si te hubiese llamado la atención
—Para nada Karen, como se te ocurre —conteste un poco nerviosa mientras me levantaba de la mesa, acto que ella detuvo al tomarme de la mano
—¿Qué tiene de malo que te guste, Evannia? ¿Porque lo dices de esa forma como si fueses alguien que no merece ser querida?
—Porque está mal, la primera razón es porque seré su enfermera y la segunda es que él ni siquiera tuvo la amabilidad de saludarme. No lo culpo, mírame, soy patética y para nada atractiva. ¡Cómo crees que alguien como él se va a fijar en alguien como yo! —pronuncie, viendo que ella solo negaba con la cabeza
—Además, acepte hacer ese trabajo para poder ganar dinero por mi cuenta, me siento culpable de recibir el que mis padres me envían
—Evannia, porque no piensas lo que una vez te dije, deja esta carrera y vive tu vida de una vez por todas, veras que tu actitud y la visión que tienes de ti misma cambiara
—Lo siento Karen, no lo haré ya te lo dije, dejemos ese tema ¿sí?
—Como quieras, debo marcharme, se hace tarde y mañana debo ir al hospital y tú con esa familia. Otra cosa que me da curiosidad por saber es, ¿dónde viven exactamente?
—En Kensington
—¿Y eso que es? ¿Un edificio de lujo o algo asi? Evannia, recuerda que no soy de aquí
—No Karen, no es un edificio, es un barrio de alta categoría donde solo viven personas con mucho dinero, yo tampoco conocía e lugar así que no te preocupes
—¡Vaya! imagino que debe de ser muy lujosa la propiedad donde habitan si son tan adinerados como dicen
—Sí, exactamente, la casa es enorme y muy hermosa, si la hubieses visto te quedas impresionada como yo lo estuve.
Ella al escuchar esto último quedaba asombrada para luego despedirnos por esa noche, deseándome que todo saliera bien así como también que no me olvidara en llamarla para comentarle como me iba, petición que accedí que haría.
Estando sola nuevamente en mi departamento me dispuse a ir por mi teléfono, tras haberlo encendido, al instante recibí una llamada, supe que se trataba de la señora Rose ya que la había registrado entre mis contactos.
—Buenas noches Evannia, es la señora Rose Abramovich, disculpa la hora en la que te estoy llamando
—Buenas noches, no se preocupe señora Abramovich, no es molestia además, aún estoy despierta, dígame ¿qué necesita?—inquirí mientras me desvestía para colocarme el atuendo de dormir
—Que amable de tu parte, te llamaba porque olvide decirte a qué hora tienes que venir mañana
—¡Oh! ya veo, imagine que era temprano, por ello no pregunte
—Sí, exacto, es temprano pero no tanto ¿te parece si vienes a las nueve de la mañana? a esa hora Zayn está despierto y sería más conveniente para ti
—Sí, me parece señora Rose, a esa hora estaré
—Perfecto, enviare al chófer por ti entonces, le diré que te recoja en el sitio donde te dejo
—De acuerdo señora Rose, como usted diga
—Otra cosa importante que iba a decirte, es que hable con mi hijo, espero mañana su trato sea mejor
—Descuide señora Rose, tratare de hacer lo mejor que pueda, no se preocupe, además yo lo entiendo lo que vive no es fácil y quizás por eso su reacción
—Gracias una vez más por entender y si, espero todo salga bien — mencionaba para seguidamente despedirse y finalizar la llamada.
Después de eso decidí descansar, era tarde y no sabía lo que me esperaba al día siguiente.
La noche paso tan rápido que la mañana se hizo llegar, de tal forma que cuando desperté eran las ocho de la mañana, hora que me aturdió por lo tarde que era, conllevando a que saliera de la cama rápidamente. Al parecer la alarma no sonó y eso impidió que me levantara temprano. En vista de esto me di una ducha veloz, coloque un atuendo parecido al que tenía el día anterior dado que todo mi vestuario es parecido, seguido de eso fui al refrigerador por un trozo de pizza la cual había quedado de la noche anterior y engullí rápidamente para después ir por mi bolso, estando bajo ese momento de estrés me di cuenta que no había peinado mi cabellera todavía, por esto en medio del ajetreo lo hice rápidamente para comenzar a tejer mi trenza, peinado que siempre habituó usar. Teniendo todo alistado salí del departamento, percatándome que el chófer se encontraba aguardando por mí.
Baje las escaleras, lo salude y de inmediato procedió a abrir la puerta para que accediera al vehículo. Acto seguido nos dirigimos a la propiedad Abramovich.
Al llegar a dicho lugar observaba que la señora Rose se encontraba esperándome, lucia tan hermosa como el día anterior, tras haberme saludado muy amable, de nuevo me indicaba que la acompañara.
Antes de dirigirnos a la zona donde se encontraba su hijo menciono que debía salir por motivo de trabajo, tal parecía que debía asistir a una junta que no podía seguir retrasando, por ese motivo dejaba en mis manos a su hijo.
En vista de ello mencione que entendía y que no se preocupara. De inmediato llamo a una persona del servicio, indicando que se encargara de permitirme el acceso a la habitación de su hijo, asi como también que estuviera al pendiente para que no estuviese sola, atención que le agradecí antes de que se marchara.
Posteriormente de que la señora Rose se había retirado empecé de nuevo a sentirme nerviosa, esta vez ella no estaría y por eso tenía esa incomoda sensación. Mientras iba de camino con esa actitud la persona del servicio que habían asignado me acompañaba, misma que de pronto empezó a interactuar conmigo.
—¿Usted será la nueva enfermera del Señorito Abramovich?
—Sí, soy su nueva enfermera, un placer, Evannia Walsh —proferí el respectivo saludo mientras caminábamos
—Mucho gusto, soy Mary, la empleada que se encarga de la zona del señorito Abramovich, soy la única que está a cargo de la limpieza en vista de que el joven es muy exigente con las personas que lo rodean. Antes solían haber otras empleadas que me ayudaban con la labor, pero misteriosamente renunciaron sin dar explicaciones al respecto.
Escuchar de nuevo que sus empleadas renuncian misteriosamente me daba curiosidad en saber a qué se debía ¿porque se iban?
—Espero usted si pueda sobrellevarlo, señorita Walsh —expreso al haber llegado a la habitación.
Tal como se lo habían ordenado asi lo hizo, procedió a abrir la puerta de la habitación para seguidamente acceder, por mi parte permanecí afuera esperando a que me diera aviso para entrar. Al instante salió de nuevo, mirándome con extrañeza y preguntando porque no pasaba.
—Pensé que me avisarías, Mary
—No señorita, solo me encargo de cumplir la orden que la señora Rose me indico, usted debe entrar inmediatamente, recuerde que a partir de ahora usted será su enfermera —habiéndome explicado la situación me tomo de la mano para adentrarme a la habitación.
Estar allí de nuevo era igual de extraño que ayer, todo alrededor seguía igual de obscuro, siendo escasamente alumbrado por esa lámpara que se encontraba ubicada en el buros, sin embargo, en esta ocasión él no estaba.
—Señorita Walsh, debo retirarme, luego vendré a revisar cómo va todo
—¡Espera Mary! no veo al joven Abramovich —proferí antes de que se marchara
—Descuide, debe de estar finalizando su baño, esta es la hora en que acostumbra a asearse, aguarde aquí mientras llega—dicho esto se marchó de la habitación dejándome a la espera.
Estando en solitario detallaba lo enorme que era la habitación, asimismo también la ambientación que tenía, detalle que poco pude visualizar, pero alcanzaba a comprobar que los colores neutros armonizaban el lugar, aspecto que por la obscuridad que habitaba allí no podía diferenciar cuales eran exactamente.
Seguí contemplando mientras caminaba, al llegar a una de las mesa de noche me detuve para ver los libros que estaban allí. Uno de ellos me llamo la atención, al leer lo que decía el titulo me daba cuenta que hablaba de un tema que desconocía; se trataba de posiciones sexuales sado masoquistas y por lo que se mostraba en las imágenes eran mujeres atadas en diversas posiciones. Lo que observaba dejaba en evidencia que era un contenido perverso, por ello decidí cerrar el libro.
Seguidamente, abrí otro que también me causo curiosidad, dejándome aún más impresionada con lo que había plasmado. En este detallaba diversas maneras para extraer sangre con diferentes métodos de punción, hecho que de la misma manera me obligó a cerrarlo, embargándome con ello una sensación de temor por lo poco que había leído y observado.
Para dejar de sentir esa incomoda sensación me aproxime a una de las ventanas que tiene incorporada la habitación. Decidí correr las cortinas aprovechando que hacía un día soleado precioso, el cual le daría mucha luz a la habitación. No obstante al instante de haberlo hecho sentí una presencia detrás, la cual me hizo girarme rápidamente, comprobando de esa manera que se trataba de Zayn.
El tenerlo en esa cercanía me hacía corroborar que lucía aún más atractivo de lo que pude percatarme el día de ayer, aunque todavía continuaba con esa actitud de inexpresividad en el rostro. A parte de ello se notaba a simple vista que traía el cabello ligeramente húmedo, tal parecía que efectivamente venia del baño.
En vista de lo que había hecho aparto de mala manera mis manos de la cortina, volviendo a colocarlas como estaban, trayendo con esto la obscuridad de nuevo al lugar, como si le hubiese molestado lo que había hecho, dándome a entender que la luz solar al parecer no le agradaba, como si fuese un vampiro que se desintegraría con el contacto de esta.
Habiéndose alejado de mí, de nuevo me miraba, detallándome de pies a cabeza, al terminar de hacerlo un gesto de incomodidad se dibujó en su rostro. Seguido de eso tomo asiento en un sillón para posteriormente subir una de las mangas del suéter que portaba, dejando con ello poder visualizar su brazo, como si de esa forma estuviera indicando que procurar colocar el tratamiento. Siendo asi empecé sacando los implementos que necesitaría para comenzar a suministrarle los respectivos inmunosupresores que necesitaría, dado que estos eran los medicamentos encargados de controlar su hemofilia.
Cerca del sillón donde se encontraba tomando asiento estaba un buros, en el cual su madre había dejado dicha medicación, por esto procedí a tomar la jeringa, mientras colocaba la aguja por lo nerviosa que estaba pinche sin querer mi dedo índice, trayendo con ello que un ligero sangrado se produjera, ante esto que me sucedía notaba su atenta observación hacia mí, al mismo tiempo que observaba la forma extraña en que lamia sus labios. Por mi parte para evitar la demora me encargue de limpiar el dedo afectado para colocar los guantes y seguir con el procedimiento.
Mientras suministraba el tratamiento el solo miraba hacia otra dirección, como si mi presencia no le agradara en lo absoluto.
Habiendo acabado quise interactuar con él ya que ayer no me saludo debidamente, por ello tome la iniciativa pensando que hoy podría hacerlo.
—Señor Abramovich, mi nombre es Evannia Walsh, espero podamos llevarnos bien, así como también poder ayudarlo —esperaba que me respondiera, pero el solo seguía sin decir palabra alguna, seguido de eso se levantó del asiento y fue hasta la cama, empezando a usar la portátil y a colocarse los auriculares en los oídos.
Me sentí tan ignorada que no sabía qué hacer, por esto me dispuse a salir de la habitación llevando consigo el bolso con los debidos implementos. Estando afuera divise a Mary, la cual se aproximaba hacia mí.
—Pensé que se quedaría más tiempo para hacerle compañía señorita Walsh
—No Mary, no pude, al parecer le incómodo y por eso preferí salir de allí
—Ya veo, siendo asi acompáñame al jardín.
Caminando en compañía de la doméstica pensaba en eso que vi en los libros, también en saber qué tipo de persona es Zayn Abramovich, dado que es alguien que considero muy fuera de lo normal, aun asi seguía generando esa extraña sensación, la cual se había acrecentado cuando estuvo muy próximo a mí.