Tal como lo había dicho Zayn así estaba ocurriendo, una de las domesticas que trabaja para la familia Abramovich nos indicaba que la cena seria servida y por ello nos guió hasta el comedor. Había olvidado lo enorme que era el espacio donde se encontraba ubicado dicho lugar, en especial hoy que lo veía mucho más espacioso que la última vez que había comido allí. Debido a lo que festejaban lo habían estructurado en diferentes mesas, las cuales se apreciaban como todo allí, sofisticadas y elegantes. En medio de mi contemplación por cómo se apreciaba el lugar sentí la mano de Zayn, tan fría como el hielo, demostrándome con esto que nuevamente estaba ante una crisis de pánico, sin embargo, a pesar de ello su rostro no demostraba que la tuviese. Era excepcional, ocultaba sus debilidades a