*** PATRICIA ***
Mientras estoy preparando la comida y organizando alguna ropa, el timbre suena, así que me dispongo a abrir y me preocupo al ver que es Marisol, la amiga de mi hija. Tenía la esperanza de que Laura estuviera con ella.
—Doña Pati, ¿cómo está?
—Bien, hija, ¿y tú?
—Muy bien... ¿Laura está?
—No. Quiso ir a dar una vuelta, pero si deseas puedes esperarla. No creo que tarde.
—¿Sabe que sí? Le tomo la palabra, muchas gracias.
—¡Sigue! —Me hago a un lado, dejándola pasar—. Enseguida estoy contigo —le aviso y le sonrío, antes de correr de vuelta a la cocina.
Unos minutos después, le recibo la tasa vacía a la chica y la dejo en la mesa de centro de la sala. Le había ofrecido un café y hablamos de todo un poco.
—Permítame ayudarle —menciona, cuando ve que termino de doblar
