***HANNA*** Son demasiado obvios los sonidos que salen primero tímidamente de la habitación de Leo... Pero después los gemidos se vuelven más intensos. Cuando salí para cambiarme de ropa en otra habitación, cerré la puerta. Lo que nunca esperé fue quedarme encerrada porque la maldita perilla de la puerta no giraba. "Hola, alguien puede ayudarme a salir de aquí?" Toque el botón de ayuda para las enfermeras y mi sorpresa fue encontrarme con la voz del enfermero amigo de Leo del otro lado de la puerta. "Señora Hanna, está bien?" "Que hace usted ahí?" Me cuestionó el chico. Le explique lo que sucedía y el porque estaba ahí, a lo que el enfermero intentó abrir la puerta, también sin éxito. "Señora Hanna permítame ir por las llaves a mi estación de enfermería, seguro que alguna llav