Cuando regresamos a casa, Zachario estaba muy nervioso y molesto. A él tampoco le gustaba que Gleb me prestara mucha atención. - Siento que no deberías haberle conocido. - Entonces, ¿Qué hacer ahora? - No lo sé. Es el Príncipe de Suzdal. Está gobernando el solo. Nóvgorod vive con su pan. - Lo explicaba, - pero Gleb es el hombre muy duro y difícil. - Cuéntame de él, pero sólo la verdad, - le pedí. - ¿Qué decir? Gleb es el segundo hijo de Mstislav, el Príncipe de Kiev. Su padre le caso con la hija del viejo Príncipe del trono de Suzdal, por entonces el Príncipe Vladimir. - ¿Entonces Gleb está casado? - No te apresures, su esposa murió en el parto hace unos tres años. El viejo príncipe Vladimir no aguantó ese dolor y siguió a su hija. Así que Gleb se quedó gobernando en Suzdal. Él ya d