“¿Dónde está? Ayer fui muy claro con ella —con ese argumento me dirigí hasta donde la había dejado la noche anterior.”
Sin pretender tocar a la puerta ni mucho menos accedí a la habitación, comprobando con ello que aún se encontraba dormida. Sin tener contemplación me aproxime y comencé a llamarla para que despertara. Tras varios intentos fallidos empezaba a moverse y a levantar los parpados.
—¿Qué haces aquí?
—¡Oh que excelente pregunta! ¿Olvidas en qué quedamos mientras mi empleada estuviera ausente?
—No lo olvide y claramente te dije que no soy tu empleada sino tu acompañante.
—No me importa lo que digas, quiero que te levantes y prepares algo de comer, debo trabajar y no pretendo perder mi tiempo comiendo en cualquier lugar.
—Pues lo siento, debo descansar, ya que no preten
