El dolor de amarte

Capitulo 15

—¿Por qué me llamas a esta hora? Estoy durmiendo

—Deberías estar despierta, hice un avance con el plan que teníamos

— Te felicito mañana te enviare flores ahora déjame dormir

—¡Estúpida! Es una buena oportunidad para ti, está cansado y cree que gano, lo que no sabe es que lo deje hacerlo para darte una oportunidad a ti Annelise, debe esta estresado, molesto con todo lo que ha pasado

—¡No te entiendo! Aún estoy dormida ¿Qué tiene que ver eso conmigo? No me importa déjame dormir

—¡Me cerro la llamada! Respire hondo, niña tonta no sabes las oportunidades que pierdes

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—Los problemas en la empresa se resolvieron no necesite de mucho para hacerlo, sin embargo, necesitaba averiguar quién esta tras de todo esto, no es un enemigo fácil y tampoco es tonto ya que sabe que hacer y hasta donde poner problemas, “la trampa” de anoche fue solo un juego que se extendió y salio como queria el jugador ¿De quién se trata?

—Buen día señor Ferrara

—Buen día señorita ¿Dónde está Mathias?

—El señor Gómez está tratando de contener a las personas que estan en la entrada de la empresa señor, vine a traerle lo que pidió y decirle lo que estaba pasando

—¿Qué está pasando?

—Su madre, su abuelo y su hermano estan haciendo un escándalo porque no se los dejo pasar tal como usted ordeno señor Ferrara

—Me sobe la sien, al parecer los problemas recién empiezan. No se preocupe yo mismo iré a arreglar este asunto, me levante de la silla, caminando por el pasillo para llegar al ascensor central del personal, las miradas caían en mi por lo que estaba haciendo

—¡Como pueden hacer esto! ¿No saben quién soy? Estarán despedidos para la tarde sin poción a que alguien los vuelva a contratar en esta área

—Cálmese señor Córdoba, le hará daño a su salud, la orden para nosotros es no dejarlos pasar, el presidente de la empresa dijo que son……… “Personas no gratas”

—¡Que insolencia de tu parte Mathias! No vez quienes somos ¡Soy la madre de Darren es imposible que él diera esa orden!

—¿Qué es imposible señora Córdoba? Toque el hombro de Mathias, se cuánto se contiene de desbaratar a esta gente, él está al tanto de todo lo que me han hecho a lo largo de los años

—¿Qué crees que hacer Darren?

—¿Yo?

—No te hagas el tonto Darren Ferrara Smyrna

—De tonto no tengo un pelo señora Córdoba, además esta es mi empresa no la suya, puedo hacer lo que me da la gana, dije encogiéndome de hombros, metiendo las manos en los bolsillos, dando una apariencia relajada y rebelde

—¡Tu empresa! ¡ja! Brincos dieras, esta empresa le pertenece a Samuel, no tiene nada que ver contigo Darren, deja de creerte superior

—¡OH! Eso es lo que quieren, por eso armaron tanto escándalo. Deberían haberlo dicho desde el inicio y no poner a mi gente en este momento incomodo, Mathias ve a decirles a la gente de mi abuelo que se prepare para irse, el dueño de su empresa está aquí para llevarlos a sus nuevas instalaciones

—¿Qué dices?

—Lo que escuchaste Samuel, es tu gente debes saber que vas a hacer con ellos

—No digas estupideces Darren, esta empresa me pertenece debes desocuparla tú, debes renunciar en este momento yo me hare cargo de todo

—Es lo que estoy haciendo Samuel, estoy renunciando a la miserable empresa que tu abuelo y madre dejaron para ti, de la cual soy accionista mayoritario

—¿De qué hablas?

—¿No lo sabias? Las empresas Córdoba o el consorcio Córdoba como se conocía “antes” ya no existe, el grandioso manejo de tu madre y abuelo la llevaron a la ruina. En ese momento Mathias regresaba con siete personas tras él. Mira aquí viene tu personal y esto es lo que me debes por tenerlos en mis instalaciones, pagarles sus prestaciones y conservar el prestigio que ya no tienen, di los papeles a Samuel riendo suavemente, hazte cargo “hermanito” Por ser mi “familia” te dejare que lo hagas en partes

— ¿Pretendes cobrarme?

—Por supuesto no sabes lo que me ha costado mantener a flote está quebrada empresa ha sido más un gasto que una ventaja, como eres egresado en administración de empresas será pan comido para ti resolver el problema ¿Verdad Samuel?

—Puedes dejar el sarcasmo Darren, yo estudie, pero no tengo la experiencia que tú tienes es tu obligación ayudarme, soy tu hermano menor

—Samuel, Samuel, a tu edad yo ya manejaba mi empresa y saben quién me ayudo…. ¡Nadie! Cuando se lo dije a tu madre ella me dijo que no era su responsabilidad y tu abuelo seguía diciendo que no era de la familia, asi que si yo pude a los 16 empezar mi emporio tu tranquilamente puedes sacar a flote El hundido consorcio Córdoba

—No es lo mismo Darren, debes subsidiar a tu hermano, no puedes ser inhumano

—Ustedes siempre han sido muy humanizados conmigo ¿Cierto? Soy tan bueno como el pan de dulce gracias a ustedes, no me hagas reír madre que me duele el estómago, si tanto te preocupa tu hijito querido, subsídialo tú, tienes millones que heredaste del abuelo ¿no?

—¡Darren! No vayas muy lejos

—¡No se pasen ustedes! Grite frustrado, que sea la última vez que vea sus horribles caras o la próxima vez no respondo

—¿Qué no vas hacer? ¿Vas a matarnos?

—Pueden probar la teoría si quieren, si no desocupan el área en menos de quince minutos llamen a la policía y díganle que esta gentuza está causando disturbios

—¡Darren Ferrara! ¿Quién te crees que eres?

—¿Quién me creo? ¿De verdad lo preguntas madre? Te lo aclarare, me convertí en tu demonio, ese que te hará recordar tu pútrida vida hasta el día que te mueras y espero que sea con mucho dolor “madre” Vi en sus ojos temor y sonreí

—Señor Ferrara los nuevos inversores lo esperan

—Vamos de una vez, no tengo nada más que hacer con esta gente, Mathias tu vienes conmigo

—Si señor

—Si ve Mathias, sigue siendo el perro faldero de Darren

—Prefiero ser el perro faldero de un hombre con dinero y no el baño público de la secundaria ¡Entiendes Samuel!

—¡Mathias!

—Que tengan un buen día, por aquí señor Ferrara