Capitulo 21

1388 Words
—No deberías albergar tanto odio Darren, no es bueno para ti y tampoco para ella, deben ser felices —Asentí, miré frente a mi sin demora llegamos a la casa en la que viví los mejores años de mi vida. No hablen mucho a veces Dalia es un poco tímida o parlanchina, por ahora la cuida una mujer mayor y algunos guardaespaldas la llevan a la escuela —¿Está estudiando? —Si Caesar, está por terminar la secundaria es muy inteligente, lo que más le apasiona es el arte, y tocar el piano —Es una artista entonces Darren, debe ser muy buena, hay que cultivar su arte —Lo dirás tú mismo cuando lo veas Mathias, la mayoría de cuadros en la casa los pinto ella, los murales tambien los decoro. Abrí con mis llaves, al verme los guardias se pusieron alerta, ya que nadie habia ido conmigo nunca. No se preocupen ellos son mis amigos, grábense sus rostros ellos son los únicos que pueden venir a ver a Dalia —Buen día señor Ferrara, es bueno saberlo, la señorita Dalia está en el jardín trasero con la niñera —¿Que hace en el jardín trasero? —Está pintando el paisaje, dijo que queria algo que la inspire, salio temprano —Me imagino como se puso, tendré que llevarla de paseo en estos dias ¿Está enojada porque no he venido? —Le dire señor Ferrara que…dos mesas se dañaron, tres peluches fueron a dar a la basura y casi nos quedamos sin vajilla —Me sobe las sienes, al escuchar lo que Dalia había hecho ¿Sigue enojada? —No mucho, pero le recomiendo que primero se anuncie, puede víctima de su pincel —Mire al tipo que me señalaba el lugar exacto donde estaba, el pebre estaba pintado de pies a cabeza, al parecer sigue de mal genio. Chicos es mejor que esperen aquí, déjenme domar a la fiera y luego se las presentaré —Lo que tú digas Darren, te esperamos aquí no te preocupes, atiende a la damisela en peligro, más bien creo que él está en peligro eres tu —No Mathias, esperen en la sala, pidan lo que deseen. Atiendan a mis invitados muy bien, tomé el traje que me dio la empleada y me lo puse, me preparé para la batalla que de por sí, sé que voy a perder —Ese color te favorece Darren, el rosa en definitiva es tu color, deberías usarlo más seguido —Sonreí a Caesar y le tiré un beso. Si te gusta mi amor, me lo pondré más seguido como sugieres, pero en privado —No, mejor no dejémoslo así, anda a tu batalla, espero salgas con vida —Respire hondo y camine hacia el jardín, un guardaespaldas ya había ido a anunciar mi llegada y lo hizo muy rápido, ya que escuche los gritos de Dalia —Dígale que no quiero verlo, que se puede ir por donde vino, así como se olvida de su hermanita, yo me olvidó de el —Escucharla me parte el alma, ella no sabe lo que dice, me resigne a rogarle y pedir perdón, por ella hago eso y más. ¿No quieres verme Dalia? ¿Lo que acabo de escuchar es ...verdad? —Que hace aquí señor Ferrara, pensé que estaba muy ocupado para venir a verme, sé que soy una carga para usted, así que puede regresarse por donde vino, no es bienvenido en mi casa —¿Dalia me estás echando de tu casa? —Señor Ferrara usted fue el que se olvidó de su hermana, sé que soy una carga para usted, asi que no me atrevo a molestarlo con mi presencia —¿Dónde escuchaste eso Dalia? —En un dorama, no cambies la conversación Darren, es mejor que te vayas —Respire frustrado, deja de ver ese tipo de cosas Dalia y no me voy a ir, eres mi hermana y si no vine es porque tenía mis razones, no te abandone, por eso estoy aquí hoy —No me importan tus razones —Deja de hacerte la dificil Dalia, tengo que hablar contigo de algo importante y presentarte a unas personas —No quiero conocer a nadie que sea amigo tuyo Darren, le grite tirando mi pintura rosa en su traje, riendo al hacerlo —No pude moverme, la pintura se derramo encima de mí, lo unico bueno de todo esto, es que me puse el mandil o quedaría manchado completamente, aunque mi cabello ahora es de color rosa — Lo siento Darren, dije muy apenada mirándolo. Luego recordé que estaba enojada con él y lo ignoré —Está bien Dalia, lo merezco por no venir. Trate de limpiarme un poco este color para que mis "amigos" no se burlen tanto de mí, al menos no tanto —Te seguiré, pero no esperes que me comporte bien con esas personas, son extraños para mi —Camine hacia la sala y escuche las estridentes risas de "ellos" al verme. Calma chicos no vayan a morirse ahogados de tanto reír, menos mal son mis amigos —¿Que te paso Darren? Lo siento, lo siento de verdad, es que verte de esa forma es casi inconcebible, te conozco hace muchos años y nunca te vi asi —Se lo debo a mi querida hermanita que estará pronto aqui, fue a cambiarse de ropa, nos hará esperar mucho Mathias —¡Quien te viera Darren! El afamado hombre de negocios frio e inalcanzable, parece que tiene quien lo dome y lo ponga de rodillas —Por supuesto a mi <si me aman> no se a ti Caesar —Buenas tardes caballeros —Dalia hizo su entrada como una niña tierna y educada, quien se imagina el demonio que esconde. Chicos les presento a Dalia, mi hermanita —Un gusto conocerla señorita Dalia, su hermano nos ha hablado mucho de usted —El gusto es mío, señor ¿? —Bese el dorso de su mano. Para usted bella dama soy Caesar, Caesar Zimmerman —Desplace a Caesar y tome la mano de la niña. Un placer conocer a la hermana de mi mejor amigo y que sea tan hermosa —El placer es mío señor ¿? —Aleje a Mathias de mi hermanita, se llama Mathias, si sigue asi se llamará el difunto Mathias —Deja la toxicidad Darren, la niña no tiene por qué presenciar tus arranques de celoso —A ustedes no les confió ni mis calzoncillos, es más "lárguense" en este momento —Deja de ser mal educado Darren son tus amigos, siéntense caballeros les traeré algo de tomar y bocadillos —Respire hondo, deje que Dalia se luzca en su casa. Dejen de darle cuerda se pone insoportable cuando le coge el aire de dama de alcurnia, debo prohibirle ver doramas —Déjala es una niña y siempre lo será no le cortes su show de mujer grande, debe sentirse frustrada en alguna parte del día y no tener con quien compartirlo es estresante, deja que juegue como quiera con nosotros —No ayudas Caesar —Sírvanse caballeros —Gracias Dalia, conversamos un rato, necesitaba que ella se familiarizara con ellos y asi las cosas serían más fácil, deje el celular en la mesa de centro donde estaban las galletas, empezó a sonar y los tres miramos al mismo tiempo mi celular —Es hora Darren —Lo se Mathias, es ahora o nunca —Puedes ir tranquilo, la cuidaremos por ti —No sabes cuánto te agradezco por eso Caesar, ya saben qué hacer si no regreso, me levante sonriéndole a Dalia que no entendía lo que pasaba. Iré a atender esta llamada preciosa ¡Hola! ¿Quién habla? —Es una lástima que el señor Ferrara no me tenga en sus contactos —Señorita Hoffman, es un milagro recibir su llamada —No recuerda lo que le dije la última vez ¿no pensé que tuviera mala memoria? —Lastimosamente lo olvide ¿Puede recordármelo? —Por supuesto, esta noche en el hotel Rizz habitación 108, lo estaré esperando —No faltare, eso sería imposible, dije mirando a los chicos que habían convencido a Dalia para dar un paseo. Esta noche será la definitiva, un goce antes del final no es malo
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