—Entiendo Darren, pero debes darme más información de ella, la esconderé mejor, porque de ahora en adelante Viktor te tendra muy vigilado y tarde o temprano la descubrirá, tu eres el objetivo de ellos, yo solo soy un señuelo y no me seguirá, están muy confiado en que sabe todo de mí
—Dude de las palabras de Caesar por el momento no tengo alternativa, él es el unico que puede ayudarme, no puedo poner a Dalia en peligro, sin embargo, las dudas no me dejan en paz
—Entiendo que pienses de más en esta situación Darren, simplemente no hay de otra, es muy difícil protegerla, si eres el blanco de tus enemigos, ellos se valdrán de todo para atraparte
—Bufe molesto por lo que dijo, tiene razón, sin embargo, no soy de los que cambian de opinión tan rápido, prefiero que me maten
—En fin, explícame bien la condición de tu hermana, debo saber si te bajas de ese cerro de estupidez del que te subiste
—No es porque desconfié de ti Caesar, no es por ti, entiende eso, yo no confió en nadie desde hace mucho, tanto asi que ni Mathias conoce donde esta Dalia, la familia Córdoba es muy astuta, debo estar muy alerta siempre
—Por eso lo digo, ellos nunca pensaran que yo voy a ayudarte con ella, se quedaran asombrados al no encontrarla donde “ellos” pensaban que estaba y vine justo a mostrarte mi nuevo refugio secreto, nadie sabe que lo tengo, peor mi hermanito ¿Quieres ver dónde está?
—¿Porque me lo dirías? Es un secreto tuyo no deberías revelármelo
—Por lo mismo lo hago, quiero que entiendas que mi fe en ti es ciega y no dudare en contarte cada uno de mis planes, no quiero hacerle daño a tu hermana, es simple quiero que tu confíes en mí, como lo hago yo contigo ¿Es mucho pedir?
— Esta bien, no hay problema. Debes venir a un lugar conmigo antes, Mathias arregla todo, nos vamos en quince minutos y deja lo de señor o jefe por hoy, estoy lo suficientemente cansado y estresado como para aguantar tu obsesión al trabajo y tus manías de las horas. No sé si me voy a arrepentir, pero debo confiar en ellos, son los únicos que pueden ayudarme a esconder a mi princesa
—Tendré listo lo que me pides Darren ¿Vas a conducir tú? No estás en condiciones, sería mejor si Caesar lo hiciera
—Lo se Mathias, pero Caesar no conducirá...... lo harás tu, es hora que deje que mis únicos amigos me ayuden y deje que ellos compartan mi peso, por algo somos amigos ¿No?
—Al fin hombre, ya era hora de que lo sueltes y compartas el saco que te echaste al hombro, de verdad es pesado, Mathias y yo seremos de mucha ayuda
—Los tres nos subimos en el carro, hice que Mathias conduzca y Caesar sea su copiloto, necesitaba que no me vieran cuando empezara a contarles lo que tiene Dalia y porque solo conduzco cortas distancias, despues del último atentado
—¿A dónde nos dirigimos Darren?
—Solo sigue el GPS Mathias, te indicara cuando lleguemos, ahora van a escuchar mi relato en orden, no me interrumpan ¿Entendieron? Respire hondo esto no es fácil para mi
—No nos trates como infantes Darren, somos adultos y entendemos que no quieras decirnos tus vivencias de frente, cada persona siente diferente, nadie va a juzgarte
—Gracias Mathias. Cuando era niño "mi madre” me dejo con mi padre y su esposa, eso ya les conté lo que no les conté es como la señora Córdoba obligo a mi padre a estar con ella. Mi padre nunca me lo dijo para no lastimarme. Una vez escuche una conversación entre él y mi madre adoptiva, el decía que todo empezó cuando ingreso a trabajar a la empresa como contador de la firma Córdoba, el día que la señora Córdoba lo conoció le coqueteo y seguía haciéndolo a diario, aunque él ya le hubiera dicho que era casado, para ella eso no era problema, pero para mi papá si, él amaba con el alma a mi madre, nunca sería capaz de engañarla.
La señora Córdoba no conseguia su cometido, aunque hiciera maravillas, un día le gano el orgullo y drogo a mi padre, asi pudo secuestrarlo, asi lo tuvo cautivo meses, hasta que se cansó y lo soltó, de esa monstruosidad nací yo, mi padre jamás fue malo conmigo o mi madre adoptiva, ella era la que más me queria y yo la adoraba.
Cuando mi padre regreso a casa mi madre adoptiva por fin pudo estar feliz, sin ellos saberlo esa mujer habia anulado su matrimonio, para sacar una licencia a nombre de ellos, fue peor cuando se enteró que estaba embarazada de mí. Mi abuelo lo obligo a casarse legalmente y hacerse cargo de lo que le hizo a su "inocente niña" y asi tuvo de obligación dejar al amor de su vida y sumergirse en dolor y la amargura con esa loca muchachita malcriada hasta que ella se aburrió y asi salimos los dos de esa casa, mi mamá nos recibió con los brazos abiertos y mi sorpresa fue grande al darme cuenta que mi mamá era mi niñera, ella siempre estuvo conmigo sin yo saberlo
—Tu vida ha sido como una novela Darren, dije sin poder callarlo por más tiempo
—Asi parece Caesar, por eso no quiero que a Dalia la alcance ese odio, arrogancia e indiferencia de esa familia, prefiero mantenerla lejos, ellos no deben manchar su pureza
—Eso es demasiado para alguien Darren ¿Cómo pudiste soportarlo?
—Lo que acabo de decirles es solo una parte. Cuando tuve quince años esa mujer volvió a aparecer en nuestras vidas, diciendo que yo era un Córdoba y debería ser criado como tal, con sus abogados logro quitarle la patria potestad a mi padre y me llevaron a esa casa lúgubre, descubrí su embarazo despues, ya que se fajaba y usaba ropa holgada, a los dieciséis escuche algo que no debía, para esto ya tenía licencia de conducir, despues de escucharlo salí corriendo y tome un auto y conduje a toda carrera, sin imaginar que era una trampa de ellos para que yo muriera y asi su adorado "Samuel" sea su unico heredero, la señora Córdoba habia enviado a un mecánico a descomponer los frenos del auto que yo continuamente usaba y asi tuve mi primer accidente, lo último que recuerdo es el rostro de esa mujer frente a mi riendo, hablando
Eso fue lo que escuche y cerré mis ojos, me desperté con un dolor espantoso en mi cabeza mire a mi alrededor y constate que era un hospital, al que una buena persona me habia llevado, ninguno de los distinguidos Córdoba se acercó a certificar si estaba vivo o muerto
—¿Qué clase de madre tienes Darren?
—Lo peor fue Caesar, es que nadie fue a visitarme y estaba en otra provincia, esa mujer me dejo botado lejos de mi ciudad para morir y que nadie se dé cuenta, lástima que no salio las cosas como querían
—De razón los odias tanto y más a esa loca Darren
—Tienes razón Mathias, el resentimiento que les tengo es muy grande, por último y es lo más importante mi bella Dalia, ella es una bebè por siempre tiene Síndrome de Down y es por eso que esa mujer la desecho como basura, no le servíamos y quiso deshacerse de nosotros como lo hizo con mi padre y el padre de Dalia, pero eso no se lo permitiré nunca, me arrebato mi familia, yo destruiré la suya