En todo el árbol genealógico de Dolores no había mucho que encontrar, había tenido antepasados muy normales y comunes. Hombres borrachines, tíos infieles, tías solteronas que se habían quedado a vestir santos, primos que se habían fugado con sus enamoradas y al poco habían regresado con sus mujeres preñadas para llegar a casarse, familiares que habían migrado a los estados unidos y jamás volvieron, en fin, lo típico que suele encontrarse en la familia. A excepción de la tía Candelaria, o Can como todos la conocían. La cual era la hermana de su padre, Don Vicente. Esta tía que siempre desde que había tenido uso de razón la había visto con aspecto masculino, era una pariente que no solían visitar, ya que su padre se negaba a verla y mucho menos a recibirla en la casa. Las pocas veces que Dol