Ambas dieron un brinquito del susto, estaban tan entretenidas salpicándose el rostro con harina, que no escucharon la puerta de la cocina abrirse, solo aquella voz que las había sorprendido. Una enorme y regordeta figura se acercó a ambas sonriendo. - Y bueno, que esta pasando aquí, por un momento pensé que alguien se metió a robarnos lo casi nada que poseemos, y encuentro una guerra de harina en la cocina. - preguntó Briella en tono divertido. - Hola Bri, lo siento creo que te emos despertado. - Ni tanto, ya estaba despierta cuando escuché un ruido y quise bajar a ver que era, y resultó que se trataba de una guerra en la cocina… en fin ¿piensas presentarme a tu amiga o no? – - Ha si perdón, ella es Mia, Mia ella es mi hermana Briella pero yo le digo Bri. -