Han pasado casi doce días desde lo sucedido en mi apartamento, me sentía mejor aunque los calambres en mi estomago se intensificaban cada tanto, el doctor Simon me había chequeado y atendido correctamente con sueros, vías, vitaminas y muchos medicamentos más. Rami me ha reventado el teléfono hasta que le conteste el día dos, luego de que Xavier se asegurara de que me comiera todo lo del plato. Ya me sentía lo suficientemente lista para afrontar mi realidad y eso incluía los regaños de mi amigo. -Hola? -¿Moana? Moana, gracias a Dios. Ya estaba pensando en llamar a la policía, sabes que no son de mucha ayuda per-- -Tranquilo, Rami. Ya paso lo peor- Mis costillas ya estaban un poco mejor, mucha gelatina y helado- regalos de Xavier- ayudaron a curarlas. La mejilla, ya estaba cerrando y los