El rostro de Cristian mostraba sorpresa, pero sabía cómo manejar incluso sus acciones faciales.
—Es bueno que al menos en algo seas buena. La puntualidad es muy importante para mí— Decía mientras me daba la espalda.
Seguí a Cristian en silencio hasta el auto, no fue caballeroso en lo absoluto, creo que incluso jamás pensó en abrirme la puerta.
Unos veinte minutos después, nos derribamos frente a una gran mansión donde personas elegantes entraban.
—Espero que te comportes, no seas grosera con nadie y has de cuenta que somos un matrimonio ideal— Decía antes de bajarnos del auto.
Solo asenté a decir ‘SI’ con la cabeza, nada de lo que yo dijera sería tomado en cuenta.
Mientras caminamos entre el montón de personas, Cristian toma mi mano, no puedo evitar levantar la mirada y observarlo f
