9 Cade Después de casi kilómetro y medio de camino, Cade ya podía sentir el sudor acumularse en su espalda. Y ni siquiera hace tanto calor, pensó él. Pero Cade sabía lo que era, Lily, a solo unos pasos delante. Y la forma en que se movía su trasero de forma hipnótica. No podía despegar sus ojos y ella ya lo había atrapado una vez. O al menos, él pensó que lo había hecho. Cuando ella se había volteado para preguntarle si quería la ruta corta o la larga en la división, él no podía ver sus ojos detrás de sus gafas. —La larga —dijo él sin pausa. Mirar no era tan malo, ¿cierto? Él podía escuchar el pequeño temblor en su voz, pero ella sonrió al escuchar su respuesta y no pareció notarlo. —… especialmente en esta época del año —dijo Lily por encima de su hombro. —Lo siento, ¿qué? —pregu