Los minutos pasan hasta que es posible utilizar los apartados electrónicos. Sin embargo, no tenemos respuesta de Au o Pancras y ello me preocupa. Oh, Dios mío, que agonizante es esperar respuestas. — Señora Clem, debe calmarse un poco o no podrás participar en la entrega de los cuerpos — lo observo mal — y no lo digo porque yo se lo prohíba, sino porque su cuerpo no la dejara. Intento calmarme porque no quiero tener problemas con él en el enfrentamiento. Así que, pienso en cosas buenas mientras espero que Au me responda. Los minutos pasan y seguimos sin respuesta. Llegamos a territorio italiano y ninguno de los dos se han comunicado conmigo. Bonita hora de desaparecer. Salgo del avión y subo a uno de los autos que ya Ethan revisó. En el baúl del mismo auto, colocan los baúles donde s