Desunidos

Málaga, España 1989. De nuevo le escribo cartas a Pablo, necesito que se apiade de mi qué crea que yo no mate a Paola, cada minuto aquí me enloquece, jamás creí pisar un sitio como este, de nuevo espero que me visite no ocurre, hoy completo 7 meses en esta cárcel y lo único que se es que Alfredo Garcés mi abogado esta empecinado en sacarme de este horrible lugar, pero parece imposible.   Tengo dudas de quien puede ser el padre de mi bebé, me toco el vientre mi primer hijo, Alfredo me esta convenciendo de hablar de contarle la verdad a las personas pero tengo miedo, aunque más miedo me da parir en este sitio. Hoy tengo una audiencia dice él abogado que puede ser definitiva para muchas cosas, miro el papel y firmo, firmo mi demanda de divorcio amo a mi esposo pero él a mi no, me abandonó, yo lloro una de las presas me dice que no lo haga que solo enfermo a mi bebé con mi dolor, aprendí a tejer al menos puedo hacer algo para mi hijito. Pablo siempre ha sido un hombre muy guapo seguro ya anda con alguna de esas cualquieras que lo buscaban, en medio de mis lagrimas firmo. Sí algún día salgo de este horrible lugar espero no volver nunca a mi país para no verlo y no recordar los días en que fui una mujer feliz y completa con él con mi todavía marido. Una guarda me llama, es hora de la audiencia como puedo medio arreglo mi cabello cada día crece mas, me gusta que crezca.   Al llegar al juzgado de nuevo me cruzo con ese hombre, intento mostrarme altiva, dura pero es complicado me duele la cintura el vientre me pesa y mucho, me mira lo miro y lo reto. La voz de Alfredo me saca de mis pensamientos y empiezo a recitar mi verdad. -El día del asesinato de Paola yo iba caminando me sentía mal, Santiago me había -sollozo y mi cuerpo se tensa al ver a Carla, continúo -  tomado a la fuerza, me había dicho de nuevo que me amaba que dejara a mi esposo como no le hice caso -tomo aire -me tomo a la fuerza, yo no quería - lloro y continuo unos segundos después - me hizo daño, luego de eso yo estaba buscando a mi esposo para decirle lo que me hizo ese infeliz -lo señalo - y escuche un disparo. Termino mi declaración y Alfredo continua... -Anexo a las pruebas de la violación -veo como Carla se tapa la boca y me mira con pesar - y los resultados de la prueba de la parafina donde se evidencia que mi defendida no disparo el arma, en cambio si se cometió un delito contra ella, pido justicia para una mujer que espera su primer hijo y que ha sufrido todos estos meses por un crimen que no cometió. El juez no espera mucho, así que da su veredicto soy inocente gracias a las pruebas el testimonio de Carla donde contó que Santiago estaba alardeando de haberme hecho suya, según cuenta Pablo cree que yo le fui infiel por voluntad propia, no me importa solo quiero paz. Toco mi vientre lleva un rato doliendo, Carla se ofrece a costear unos días en un hotel para mi, pues todo lo que tenia se congelo desde que entre a la cárcel, acepto con la promesa de pagarle en cuanto mi nombre quede limpio ella me quiere hablar de mi exesposo pero yo no quiero saber de él, me duele y mucho. Me desmayo y no recuerdo nada mas. -¿Donde estoy? -pregunto mientras abro los ojos lentamente. -Te trajimos a tu ciudad natal Juli -contesta Carla. -¿Bogotá? -abro mucho los ojos, toco mi vientre y...sollozo. -Si Juli, estuviste en coma y tuve que hablar con Pablo para que pusiera a tu disposición el avión privado y las comodidades para tu recuperación. - Explica con calma y yo odio desde ya saber qué él me ayudo. -¿El bebé, mi hijo donde esta?  Mi sorpresa es mayor al ver que Pablo tiene en sus brazos y le habla con mimo, me quedo de piedra, le esta dando tetero, Dios son muchas emociones, miro todos los lados y no es un hospital es...mi antigua habitación matrimonial, me siento tan desubicada y no entiendo un carajo. -Quiero a mi bebe -mi voz sale como un grito. -Es un niño - habla por fin Pablo - el niño que siempre quisimos -sonríe -supongo que lo quieres alimentar, por eso le pedí a Ruben que no te medicara mucho, para cuando llegara este momento lo pudieras hacer - no le digo nada. Me pasa al niño, lo miro es perfecto evito la mirada de él todo me da vueltas pero ver a mi bebé me da felicidad y tranquilidad, lo miro es tan pequeño me siento un poco para poder alimentarlo y Carla desaparece de la recamara. Pablo me mira ¿Cómo antes? niego mentalmente, con algo de trabajo saco mi pecho y al ponérselo al bebé sollozo pues duele, lo intento de nuevo y aunque duele me da tranquilidad saber que yo lo estoy alimentando, Pablo toma mi mano y puedo ver que aun lleva nuestra alianza, esto debe ser un mal sueño. -Julian -habla lento - te acuerdas ese era el nombre que queríamos para nuestro primer hijo, ya esta registrado como nuestro. -¿Que estoy haciendo aquí? -pregunto en un tono de voz del que yo me aterro. -Carla me contó todas las injusticias que sufriste - habla tranquilamente - perdóname este niño nos merece juntos - me besa. Alfredo me mira, me llama y reacciono. -¿Estas bien? -inquiere con una sonrisa muy bonita. -Si, ¿Qué pasa? -lo miro mientras me doy cuenta que todo fue un sueño, jamás sabré si Pablo es el papá de mi bebe  pues quede embarazada en las fechas en que Santiago abuso de mi. -El juez te dio libertad. Eres inocente...-Lo abrazo ante la mirada de desaprobación de Carla, mi cuñada o excuñada. Él me sonríe, y me ofrece su departamento por el tiempo que debo esperar para tener de nuevo mis papeles y actualizar los vencidos. Toco mi vientre, en la caja que había en la cárcel con mis pertenencias esta mi ropa de ese día, Carla tubo la cortesía de traerme algunas de mis pertenencias, decido pasarme por una peluquería y arreglarme un poco, me compro unos vestidos de maternidad, y sonrió me veo como una futura mamá que no ha sufrido pero es mentira, Alfredo me piropea y me gusta ese detalle.