CAPITULO 12 “El regreso.” (Segunda parte.)

1579 Words
  (Marzo 25, 2015, NUEVA YORK, N.Y.) (Ahmanet)               Llegar a la torre y verlos a todos me hizo sentir bien, más al verlo a él, aun lo amo y lo amare siempre pero no puedo rogarle que me quiera cuando no es así, si en verdad me hubiera amado habría perdonado mis faltas y ahora estaríamos juntos, abrazados preparando una boda, para cuando fuera legal casarnos.               El sabría que va a ser padre y tendría ese brillo en sus ojos que tanto amo, cuando está feliz.               Lo veo salir de la torre cuando todos vamos a mi habitación, luego visito la de Tony, este está loco, pero eso ya lo sabía, visito los laboratorios de Tony y Bruce, tienen juguetes nuevos, Tony los llama Legión de Hierro.               Vamos otra vez a la sala y conversamos todos, quieren que les diga lo que he estado haciendo. -cuéntanos a dónde has ido, no estabas muy bien cuando te fuiste? –pregunta Nat. -bueno para serles sincera, pase poco más de dos meses durmiendo, mis heridas debían sanar. -pero ya estás bien? -si Nat, estoy totalmente bien -y el resto del tiempo, que hiciste?- pregunta Tony -bueno como les dije, soy la Princesa Ahmanet, la etérea y todos mis otros títulos, y tenía que aprender a controlar mis nuevos poderes y habilidades así que busque al único ser viviente que podía ayudarme. -Y quién es ese ser? – pregunta Thor -su nombre es Ancestral, o mejor dicho por ese nombre la conocen, su nombre se ha perdido en los confines del tiempo y el espacio, que es en donde ella se mueve. -pero quien es ella? – pregunta Bruce -ella es la gran maestra de las artes místicas; aunque su título es el de Hechicera Suprema, ella es la última, quien custodia y protege al mundo de todos los peligros místicos y mágicos, que lo amenazan, amenazas que los vengadores no podrían enfrentar. -porque lo dices, no hay nada que no podamos enfrentar lo sabes?- dice Tony muy serio -tratándose de amenazas físicas si, ustedes son la mejor defensa para la tierra, pero tratándose del mundo dimensional, de demonios y monstruos, de artes místicas y magia, ustedes no pueden hacer nada, aunque tal vez Thor podría, ya que es un dios, el Dios del Rayo. -Y tu podrías hacer algo? – pregunta Nat -Soy la Diosa Guerrera, el arma de los dioses para proteger su creación, yo sí puedo hacer algo y en su momento lo hare, con todo mi poder y mi fuerza, puedes estar segura Nat. -Y ahora qué haces?- pregunto Bartón -persigo a un criminal.- les digo solamente -que criminal?- Pregunta Nat. -es un narcotraficante, maneja una red de distribución de drogas usando a mujeres y niños enfermos, como sabrán los traslados médicos para tratamientos médicos a veces se hacen sin necesidad de visas, solo permisos humanitarios, por lo que son rápidos. El caso es que los descubrí y en su último envió mataron a su mula, ella trato de huir, pues la habían secuestrado, y le dieron un fuerte golpe en el vientre, en donde le habían puesto una bolsa de un kilo de cocaína pura, con el golpe la bolsa se rompió y la droga se filtró a su sangre durante todo el vuelo, cuando llegaron a su destino, que era París, ella estaba verdaderamente enferma, en el hospital lo primero que hicieron fue sacarle la droga, pero fue muy tarde, ella murió. El caso es que el verdadero jefe de todo eso, está aquí en Nueva York, limpio de todo salvo por las llamadas de celulares que hace. -Y como sabes que es el verdadero Jefe? – pregunta Bartón -capture a uno de sus segundos, y vi en su mente al gran jefe, al que solo conocen sus comandantes y nada más. Se hace pasar por un legítimo empresario, pero lo detendré. -Y como lo harás? – pregunta Tony -A mi manera -no deseas que te ayudemos? – pregunta Thor -no Thor, este no es un trabajo para los vengadores, este ya ha sido juzgado y ahora será ejecutado.               En eso estábamos conversando cuando llego él, se veía triste y cansado. -acaso le molesta mi presencia, Capitán Rogers, que salió de la propiedad para no verme? No tiene por qué hacerlo, ustedes deben estar juntos, aquí yo solo estoy de visita. -No fue ese el motivo de mi salida Ahmanet, fui a visitar a algunos amigos.- lo escuche decir, su voz es resignada -creí que no te gustaba mucho hacer nuevos amigos de fuera cap.- escuche decir a Sam -estuve en el cementerio Sam, todos aquellos que conocí han muerto ya y otros seguirán muriendo, la vida sigue, pero yo estoy aquí estancado, solo me queda adaptarme y resignarme, lamento haberte dado la impresión de que no quería verte Ahmanet, en realidad me alegra que  estés bien y aquí, más sé que aun cuando te lo pida, no querrás hablar conmigo a solas, así que será mejor darle tiempo al tiempo y tratar de volver a ser amigos.- dice sin emoción alguna, por lo que le respondo. -tiene razón capitán, es mejor dejar correr el tiempo, puede ser que una diferencia de setenta y nueve años a usted le parezca inmensa, pero lo es más grande una diferencia de casi doce mil años no le parece, ahora si me lo permiten me retiro, aún tengo cosas que hacer.               Me despido de todos y salgo al helipuerto o lo que ahora es el área de despegue vertical del Queenjet y extiendo ambas manos, tocando a Anubis a mi derecha y a Sejmeth a mi izquierda, los demás felinos hacen contacto entre ellos con la nariz cerrando un circuito y salto.               Voy contra George Maxwell, dueño de varios de los mejores clubs nocturnos de Nueva York y traficante de drogas, por lo que me traslado a un hotel y pudo una limusina, en donde una vez, vestida para resaltar, voy con todos mis guardias, subimos a la limusina y vamos al más nuevo de los clubs, en donde Obviamente George estará, y al llegar todos se asombran al ver bajar primero a las panteras, luego a Anubis, después a mí seguida de los ligres.               El cadenero no hizo por intentar detenerme, pues estaba bajo un hechizo, solo abrió la cadena para mí y saludo. Una vez dentro del lugar, voy a la zona vip, en donde esta George, y pido -traiga una botella de su mejor champagne para mí y también consiga cinco recipientes para mis pequeños y traiga cinco botellas de agua Evián para mis guardianes. -señorita, no están permitidos los animales en este club.- me dice el mesero -yo no veo ningún animal, mis guardianes son muy educados, mucho más que usted que no sabe su lugar. Traiga lo que ordene y retírese.- le ordeno como toda una reina.               Mi actitud llama la atención de George Maxwell por lo que se acerca y pregunta. -algún problema? -sí señor, le decía a la señorita que no se permiten mascotas en el club. -y yo ya le dije que no son mascotas, son mis guardias personales y por eso están conmigo, pero si eso es mucho para este simple lugar, deberé ir a uno donde sepan apreciar mi dinero.- digo y me levanto para salir, pero George dice. -No es necesario, una mujer tan bella y sus guardianes son bienvenidos en el Lux siempre, trae lo que la dama pidió.- ordeno a su empleado -si señor.- el mesero se retiró, y yo leí la mente de este arrogante.               Había hecho una seña al mesero y resulto cierta mi corazonada, eso significaba que pondrían algo en la bebida. Según lo que había en su mente, no sabía quién era yo, pero un s*******o le dejaría mucho dinero en el rescate, y mis animales bien podrían terminar como abrigos. Y si lo decidía se quedaría conmigo para su cuarto de juegos, m*****o pervertido.               Me di cuenta de que esta basura humana era un sádico, bien, entonces deberá sentir un poco o mucho del dolor que le gusta infringir.               Mediante un pequeño movimiento pare el tiempo,  cambien las botellas y deje correr el tiempo, deje pasar la noche, mis guardias bebieron su agua y yo mi champagne, bajo la atenta mirada de George Maxwell y sus hombres, quienes estaban listos para sacarme de aquí, y no comprendían porque no habíamos caído bajo los efectos de los somníferos.               Por estar al frente y centro de la zona vip, todos en el lugar me podían ver, están fascinados  por como mis guardias están a mi lado. Cerca de media noche, me levanto y voy a la pista de baile y me pongo a bailar sola, rodeada por mis guardianes; después de bailar por más de media hora, se me acerca un joven bailarín y lo dejo pasar la protección de mis guardianes; seguimos bailando hasta que decido parar e ir a la mesa en la zona vip, pero ya no bebo nada, pues sé que colocaron más somníferos en el agua y la botella; solo saco un billete de mi cartera la cual llevo en un bolso oculto en mi falda y me dirijo a la puerta, en donde me espera el chofer con la limusina, cuando salgo el inmediatamente abre la puerta y subo acompañada de mis guardianes.               Como no he dejado de vigilar a Maxwell, sé que ha dado órdenes de seguirme, pues el ira por mis una vez que me ubiquen.  
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