Capítulo 8 - DE VUELTA A LA REALIDAD

871 Words
Regresé al país, mi padre envió por mí, al llegar me encontré con esposa y trabajo. Una joven de 20 años de nombre Sofía, hija de un socio de mi padre y dueño del banco más importante del país, me esperaba para casarnos, ¡sin conocernos! Tengo una charla con ella y es imposible convencerla, tal parece que, para ella, al igual que para nuestros padres, los negocios son muy importantes. Es muy hermosa, no lo niego, pero ¿quién en su sano juicio se casa son amor? Aparentemente, en este mundo en el que vivo, es bastante común. Quisiera enfrentar a mi padre, pero no soy capaz y aunque soy un hombre hecho y derecho, cuando estoy frente a él, me siento nuevamente niño, esperando sus golpes e insultos, ni mis hermanas que son mayores han podido liberarse de su control, mucho menos yo lo podría hacer. —¡En un mes será! Grita Sofía emocionada, se acerca y me toma por el brazo y me da un beso en la mejilla como si el amor brotara entre nosotros, —¿No te emociona mi amor? —Pregunta acariciando mi hombro, yo la miro sorprendido al ver su buena actuación, cualquiera que viera la escena diría que somos una pareja hermosa. —Si, —respondo algo cortante. —Bueno, dejen al novio descansar que tuvo un viaje largo, ya tendrán tiempo de ponerse al día, —infiere mi padre mientras prácticamente saca a los asistentes a empujones y finalmente nos quedamos solos. —Todo lo que hago es por tu bien, algún día lo entenderás. —¿El matrimonio es inevitable? —Así es. —¿No se supone que la gente se casa por amor? —¿Amor? Eso es para los pobres, por eso no progresan, porque no ven más allá de sus ridículos sentimientos, ¿crees que tu madre y yo nos casamos por amor? Eso llega con el tiempo, ¿De qué sirve amor sin dinero para vivir bien? —A medida que habla va subiendo su tono de voz hasta gritarme, —Entendería que en su momento tus hermanas se quejaran, al fin y al cabo, son mujeres, ¿pero tú? ¿El varón heredero de los Andrade con sentimentalismos de nenita? Creí que habías cambiado, pero parece que sigues siendo el mariconcito de siempre. Y tal vez tiene razón, tal vez lo soy, pero no por las razones que el da, lo soy por no ser capaz de enfrentarme a él y exigir respeto de su parte. Finalmente, termino cediendo a sus imposiciones, con tal de no tener problemas con él. El mes se pasó volando, las familias se encargaron de preparar todo, la súper fiesta con las celebridades locales y algunas extranjeras estaba lista, millones de pesos tirados a la basura... Mi nana me alienta a seguir, para no enojar a mi padre, pero yo quiero salir corriendo y dejarlo todo. Se han invitado a todos los medios del país, se encargaron de hacer de esto, el tema de moda en el país, desde los tabloides de chismes hasta los diarios económicos hablaban de "la boda del año" Estaba como un robot, me limito a hacer lo que se me dice, recibo las felicitaciones de esa gente hipócrita que abunda en este mundo de apariencias y trato de poner mi mejor cara ante todos. Sofía por su parte, se robó el show, de pies a cabeza espectacular, perfecta y hermosa, la envidia de muchas y el deseo de muchos. Llegó la hora de partir hacia la luna de miel, mi padre, ya con tragos en la cabeza, alardeaba del semental que tiene por hijo y que seguramente, el siguiente Andrade vendrá pronto. Un tour por Europa... La primera parada, España, pero, antes, nos espera la suite presidencial del hotel intercontinental. No terminamos de instalarnos y ella ya estaba bebiendo alcohol, cosa que me desagrada bastante. —¿Un trago para entrar en calor? —Me dice mientras menea la botella y la copa, —Recuerda que debemos hacer un bebé. Le recibí el trago y lo bebí de una, no sé cuál era, pero mi garganta se quemaba, tuve que hacer caras porque Sofía no paraba de burlarse de mí. En cuestión de minutos se le subieron los tragos a la cabeza y se tiró sobre mí, repetía una y otra vez "debemos hacer un bebé", fue una experiencia bastante desagradable, si bien, mis Amoríos con Alexia empezaron en una noche de tragos, llegamos a crear un vínculo, pero, por otra parte, esta mujer no me inspira ni un mal pensamiento, aun así, es mi esposa. Se puede decir que ella hizo todo el trabajo, candente y sensual, no lo niego, pero no lo disfruté del todo, me sentía incómodo, en un punto mi cuerpo no respondió más a sus estímulos y se enojó, trató motivarme nuevamente, pero fue brusca en extremo así que me aparté. —Vaya, tal parece que no eres el macho que tu papá dice. —Estás ebria y eso me da asco. Me abofeteó muy fuerte y molesta se encierra en el baño, le pregunto un par de veces si se encuentra bien pero solo la escucho vomitar.
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