Agarré una de las papas fritas que tenía mi mejor amigo en su plato y me la comí. Rebeca estaba enfrente nuestra hablando hasta por los codos de cómo fue su fin de semana con Josh. - ¿Entonces ya salen o qué onda? – Pregunté frunciendo el ceño sin entender todo el tema. - No, pero una de sus amigas me dijeron que pronto me pediría - Sonrió emocionada. Asentí y de reojo voltee a ver a mi mejor amigo, quien estaba sumido en su celular sin prestar nada de atención a Rebeca. - Bueno, ya mucho hablar de mi – Agarró su malteada y le dio un sorbo - ¿Tú cómo estás Melissa? – Agarró mi mano y la apretó – Nicolás me avisó de lo sucedido y la verdad si me tenías preocupada. - Todo bien – Me encogí de hombros – Le debo mi vida a Nicolás –