Los días y meses pasaron como si fueran momentáneos. Faltaba exactamente una semana para mi cumpleaños y dos para la muy esperada graduación. Me arremangué mi sueter y me miré al espejo. El día de hoy se encontraba totalmente nublado. Decidí por ponerme mis botas negras y una bufanda negra para que combinara con todo mi outfit. Al ver la hora, me di cuenta que faltaba una hora para entrar, por lo que decidí por acostarme un rato más en mi cama, mientras veía las notificaciones de mi celular.
Me salí de las r************* y me puse a ver mi albúm de imágenes. Sonreí al ver las que tenía con Nicolás y Rebeca. Estos tres meses que se pasaron como agua fueron interesantes; Cada primer Domingo del mes acompañaba a Nicolás a su manada por los asuntos de seguridad para las preparatorias de la
