- ¡Está hermosa tu camioneta Nicolás! - El grito agudo de mi amiga sonó por dentro y fuera de donde nos encontrábamos. Nicolás se rió por la reacción de mi mejor amiga y siguió manejando hacia donde había planeado la salida. Me di cuenta del anuncio dónde decía que ya habíamos salido de la ciudad. Fruncí el ceño y me dediqué a ver el paisaje el cual ahora era uno de grandes y hermosos árboles alrededor nuestro. - ¿Cuánto falta para llegar? - Miré a Beca de reojo la cual se le notaba lo desesperada. - En menos de media hora llegamos Rebeca. Miré a ambos atentamente. Una estaba con su celular en mano mensajeándose con alguien y Nicolás se encontraba demasiado enfocado en carretera. Regresé mi mirada al frente viendo como de un momento a otro mi mejor amigo tomaba una de las rutas de