- No quiero que se peleen por mi culpa – Me crucé de brazos y el negó. - Esto si me lo merecía enana, te traté muy mal la noche de gala – Apreté mis labios para no decir nada – Y en serio te pido una gran disculpa, no sé que me pasó – Negué. - No te preocupes, ya pasó, ahora hablemos del por qué vienes a verme – Sonreí. - Quería arreglar las cosas contigo y salir a algún lado – No sé que mueca hizo mi rostro, ya que Nicolás se rió – No te preocupes, ya tengo el permiso de Dominic. - ¡Hey! No necesito el permiso de nadie para salir. - Por ahora créeme que si yo fuera tu mate, también te pondría unas cuantas barreras – Me guiñó el ojo, a lo que yo golpe su hombro. - ¿Y a dónde pensabas salir? – É