Oliver Sanders lo tiene todo: El control de la más grande empresa petrolera, dinero, mujeres, poder… y mucho ego.
Una noche, pensando hacer lo de siempre; “divertirse” con una mujer al azar y luego continuar con su vida como si nada, inesperadamente se encuentra con Margaret Kerr, una periodista novata de increíbles cabellos rojos que lo hechiza hasta la médula.
Luego de lo que parece ser una noche perfecta, el arrogante hombre se da cuenta que ella era virgen y a pesar de estar reacio al principio, nota que esa pelirroja no sale ni un minuto de su cabeza.
Incrédulo y sin sospechar del rencor que sentía Margaret hacia él; por haberla seducido estando borracha y encima, haberla dejado sola en una habitación de hotel, se embarca en un plan de conquista que no le sale para nada como esperaba.
Ella intentará por todos los medios alejarse de él, aunque su corazón traicionero le grite precisamente lo contrario.
Él no se dará por vencido y mucho menos al ver que otro hombre tiene intenciones de robarle a la mujer de sus sueños, sobre todo cuando conoce la identidad del sujeto, aquél que tanto daño le había hecho en el pasado.