Durante esas dos semanas solo pudo verla en tres ocasiones y de mucha distancia. A pesar de las advertencias de Portland las notas le llegaron por medio de tretas como algún mesonero o aparecían en su bolso. La extrañaba y se le hacia difícil solo mirarla sin poderla abrazar aquel vestido azul le quedaba precioso, era una eternidad para el tan anhelado fin de semana. Las flores aparecían casi a diario en casa de los Stanton sólo con una L, pensó mucho y con angustia como decirle quién era y tenía exactamente las palabras que había ensayado una y otra vez, hasta que después de 12 días al fin tuvo una nota de ella. No crea que no lo he extrañado también, me la he pasado de evento tras evento y añoro el momento en que viaje a Wiltshire. Tom me llevara el viernes, dice que