Tan pronto como su motocicleta se estacionó en la misma calle del nombrado club "Crescent Moon" los labios de Jagger se torcieron en una profunda mueca.
Ni siquiera era necesario poner un pie dentro de ese lugar para saber que sería... Caótico, ante la falta de otra palabra.
—Puedo ir en tu lugar —ofreció su mano derecha, quien le había acompañado.
Observando a Morgan, Jagger negó suavemente y se bajó de su motocicleta.
—Preferiría que te quedaras aquí y cuidaras de nuestras motocicletas —pronunció—. No creo que exista alguien lo suficientemente estúpido como para querer robarnos, pero nunca se sabe con una persona borracha —expresó.
—Odio que tengas razón en eso —suspiró su amigo—. Bien, esperaré aquí, de todas formas no creo que tardes mucho en ese lugar —expresó señalando con su ca
