•Capítulo 02•

2344 Words
  —Dos... tres... Acción— miré como la cámara me apuntaba captando cada uno de mis movimientos, Me dediqué a sonreírle animadamente, ya que no podía moverme demasiado según la estilista.   Por lo que sabía estaba terminando una entrevista para aquella revista italiana y también estaban filmando el detrás de cámaras.   —Ser una de las personas más influyentes y siendo tan joven ¿como ha sido para ti todo esté cambio?— miré a la mujer encargada de la entrevista, le sonreí pensando en algo específico para responder, pero en realidad no había ningún cambio... seguía siendo la misma.   —Nada ha cambiado, solo he aprendido a ser más cuidadosa con la información que ofrezco a mi audiencia...— contesté siendo pacífica con cada palabra, la mujer de cabello corto me sonrió para dirigir su vista a su tableta.   —Siempre has estado en el ojo publico, además de tener un negocio familiar... me refiero al reality que filmas con tu familia hace más de diez años, ¿como es vivir con cámaras grabando toda tu vida?— la chica me miró esperando alguna controversia de mi parte: tal vez por fin darles la primicia.   —Siendo tan joven y tener que exponer todas mis etapas al público me ha ayudado a que ellos se identifiquen con mi persona, pero es un poco difícil, ya que la privacidad no existe... salir es complicado algunas veces, la gente me llega a cuestionar situaciones que considero privadas, es como, ¿Nilüfer... muéstranos tu cicatriz?, ¿es cierto que terminaste tu relación con tal persona? Algunas veces es agobiador—  conté mirando a todo el elenco; hombres corrían detrás de cámaras.   —hablando del show, the smituz empire lleva siendo el número uno después de tantos años, nos han dicho que en esta nueva temporada mostrarán el nacimiento del tercer nieto Smituz.— Negué de inmediato, mi madre me había prohibido revelar algo del embarazo de Nia, mi hermana mayor.    Lo había hecho en el pasado con el primer embarazo de Carriz, la esposa de Niall, en fin termine pagando por revelar aquello.   —Aún está en filmación, deben esperar el piloto.— apunté a la cámara, la mujer sonrió mientras me miraba hacerlo, en segundos el lugar se llenó de risas cortas.   —Tener veintidós años y ser dueña de una marca sumamente importante como lo es NLF SMITUZ, ¿Como te hace sentir  y como te inspiras para brindarnos todos esos diseños?, has alcanzado a marcas internacionales con tan solo cuatro años desde que abriste las puertas—   —Amo la moda desde que tengo uso de la razón, mi abuelo fue uno de mis maestros, acompañándolo a todos los desfiles en Paris... Con él elaboré mi primer diseño que fue un vestido para mi graduación... él es mi inspiración, hablando de mi empresa, tengo un equipo de trabajo magnífico, con el cual tengo muy buena química— expliqué esta vez sin usar tanto las manos, la chica parecía estar asombrada con aquella respuesta; misterioso.   —Corte... hemos terminado.— La voz del hombre tras la cámara me hizo respirar por fin, aún así tenía cámaras alrededor.   —Es un gusto conocerla señorita Smituz.— al incorporarme la mano de la mujer se extendió a mi persona, después de segundos la tomé.  —La admiro y también amo su trabajo.— siguió.   —El gusto ha sido mío, muchas gracias.— contesté con una sonrisa.   —Cariño... has estado perfecta, cuando tenga el piloto me encargaré de enviarlo con tu asistente, gracias por ser la portada de nuestra revista.— esta vez fue el director de aquella filmación, el tipo me jalaba para salir de aquel set mientras me alababa. —Tu cabello es hermoso.—   —Gracias a ti por tomarme en cuenta, Paris se contactará contigo si necesitas algo más— espeté para alejarme de este, miré como sacaba su móvil con intenciones de lograr algunas Fotografías.   —¡Sorpresa... Nilüfer Smituz, espérenlo!— exclamó el hombre mientras sonreía a su cámara, saludé y mantuve una sonrisa alegre hasta que este terminara la grabación.    —Nilüfer es hora— la voz de Paris me relajo, mi asistente tomaba mi hombro sacándome del lugar, la seguí sin pensarlo.   —Me retiró, de verdad muchas gracias toda la atención y la comida estuvo deliciosa.— Me despedí en voz alta. —Hasta luego chicos, son grandes.— expulsé para cruzar la puerta.       [...]     Dejé de ver aquella foto que recorría todo el internet por más que sonara extremo era parte del contrato postearla, aún no dejaba de sorprenderme los números... con tan solo minutos.   —Tu hermano me ha hablado diciendo que tú madre ya está en casa— contó Paris, mi asistente desde que tengo memoria, dejé caer la cabeza en el asiento para intentar pensar claro... había dejado a mi madre en aquel hospital horas antes, eso era algo que nunca me iba a perdonar.   —¿Te dijo cómo se encuentra?— pregunté.   —No... solo me pasó el recado, ¿Tu me dirás que sucedió?— insistió, era mi mano derecha la cual sabía todo de mi... accedí para abrir los ojos.   —Es muy vergonzoso, ayer al salir de fiesta, terminé en un club del centro y conocí aún sujeto con el cual creo que pase la noche... mamá llegó y nos encontró, desayunando, estaba filmando, fue una locura, terminó inconsciente en el piso— Conté esperando alguna mala reacción de su parte, la mujer solo se dedicó a negar repetidas veces.   —Nilüfer— pronunció.   —Lo se, no se como pude dejarla sola, soy la peor hija de todos los tiempos... ¿Hice mal Paris?— insistí para tomar mi cabello nerviosa, con que cara la iba a volver a ver.   —No cariño, todo pasa por algo, pero ¿de quien se trata ese hombre con el que tuviste una noche?—    —No lo conoces, es un universitario... se llamaba Laco o al menos eso recuerdo, es alguien con una vida común.— contesté a su pregunta, era lindo pero no interesante.    —Nilüfer puede meterte en un apuro... ¿Barron?— quien diría que ese nombre me iba a seguir atormentando, con una débil sonrisa la miré.  Amaba a Barron, pero no tenía tiempo para llorar por su decisión.   —No lo hará... no quiero hablar de Barron, dejo en claro que no quería saber nada de nuestra relación por videollamada, siente que no es lo de antes, termino nuestra relación— conté al igual que al chico. —Puedes pedir una cita con el médico, tengo que asegurarme de lo que hice anoche—    —Dios, ¿Tu familia lo sabe?— preguntó aún con el tema de Barron, negué nadie más que ella y él misterioso sujeto lo sabían... sin olvidar a mi madre.   —No, Paris mi vida está hecha un completo desastre en estos momentos— confesé para dejar caerme en su hombro, la mujer peinó mi cabello tranquilizándome.   —Tranquila todo pasará, ten lo por seguro.— susurró, además de mi asistente era mi mejor amiga, ella se merecía una vida sin problemas por lo buena que era.         [...]           —¿Están filmando?— pregunté al guardia, este accedió sin pensarlo.   claro, por qué no lo estarían después de aquella situación... pareces ingenua Nilüfer— pensé.   —Si señorita, su padre está en el jardín con su hermano... ¿gusta que la lleve con ellos?— habló el hombre llamado Bryan, era uno de los empleados con más tiempo, había trabajado con mis padres desde que era una niña.   —Está bien, yo puedo ir sola... que tenga buena noche Bryan— me dirigí al jardín con pasos largos, esperaría que terminaran de filmar y después me ocuparía de mi madre.   —Buenas noches.— saludé por fin al llegar, los hombres compartían una copa de vino parados en aquella sala.   —Nilüfer Smituz Richie— llamó mi padre el gran empresario y juez de todo U.S.A.; Spencer Smituz, sabía lo que me tocaba enfrentar.   —Papá— pronuncie para besar la mejilla a mi hermano y después a él.  —¿Como está ella?— fui directa.   —Bien, está bien, pero tú me debes algo... una explicación de lo sucedido, tuve que terminar una junta antes de lo establecido— contó, accedí a cada palabra, me sentía exhausta después de aquella filmación pero principalmente por todas las situaciones que me atormentaban.   —¿Nilüfer en que pensabas?— esta vez fue mi hermano mayor; Niall Smituz, se dedicaba a la música y era uno de los mejores.    —Niall fue un error, que no se volverá a repetir— contesté refiriéndome a ambos, me senté sin mucha importancia a mis compañeros que se encontraban de pie.   —Ya eres alguien madura y debes saber cuales son las consecuencias de tus actos, no necesitas escándalos para sobresalir— siguió.   —Lo se, y tomó toda responsabilidad de la situación, necesitaba despejarme y no pude controlar la bebida— bufé, ¿que más podía hacer?... Nada. Las cosas ya habían sucedido.   —¿Quien era el sujeto?— la pregunta de mi padre me avergonzó, me sentía como si fuera una niña de quince años.    —¿Acaso es una persona...— Negué a Niall, Dios de solo pensar que el sujeto perteneciera a la alta sociedad todo sería un caos.    Pero tampoco podía contarles la verdad, me tacharían como una mujerzuela, pensé en algo conveniente.   —No, era un sujeto universitario, lo conocí hace más de tres años y tuve que dejar de frecuentarlo por amor a Barron.— mentí, sus ojos fueron directo a mí apuñalándome sin piedad, no quería saber que pensamientos pasaban por sus cabezas.   —¿Le dirás?— preguntó con temor mi padre, estimaba a Barron, era entendible su temor por dejar de verlo.    —De eso he llegado a hablar, Barron terminó nuestra relación hace días, tomó la decisión al no estar satisfecho con mi persona.— solté la bomba, miré como mi padre dejaba la copa con asombro.   […]   —También no nos podremos ver.— le sonreí para tomar mejor el móvil, viajaba de vuelta a casa y él directo a California.   —Yo en un concierto y tu en entrevistas... escogimos ser artistas y ahora eso nos impide que pueda durar más tiempo nuestro amor.— contestó, solté una risa al estar de acuerdo, lo extrañaba mas que a nada en el mundo... seis meses sin vernos era un nuevo récord.   —No quiero que termine.— expulsé, la videollamada era nuestra única esperanza.   —pero amar de lejos no es saludable.— inquietó.   —Cambia de vuelo, vamos a pasarlo en casa.— propuse, miré como negaba con la cabeza sin ni siquiera pensarlo.   —verte no puedo por más que quiero.— habló sin mirar la cámara. —Nos extrañamos pero nos importa más el dinero.— aquello me dejó helada.   —Nuestro amor es sincero, te quiero hasta...—   —Entre fama y lujos nuestro amor se está perdiendo.— cortante murmuró para después sonreírme.   —Para mi no es así, cada día te amo más...— confesé. —No quiero que termine.—   —Ya no es lo mismo Nilüfer, al menos para mí... has cambiado y te has convertido en alguien diferente, estás perdiendo tus mejores años por tener mas fama, ya no eres la misma de antes... la rubia que me enamoró.— negué a cada palabra mientras mis lágrimas aparecían dramáticamente, era el final... estaba terminando conmigo.   —No quiero que termine, no, tenemos que arreglar esto... puedo ir a California.— supliqué mientras me acercaba más a la pantalla, el hombre solo miraba a otra parte.   —No, ya no siento lo mismo, me conoces, estaré siempre a tu lado... pero esto a terminado para mí, te ame todo el tiempo que estuvimos juntos y fuiste la mejor novia que he tenido en la vida... te amo Nilü.—    […]   —Por dios, debe estar demente, hablaré con su padre en este momento.— murmuró seguro con un tono áspero, estaba decepcionado del sujeto que por años había elogiado.   —papá.— rogué; no quería que el problema se hiciera más grande.   —No Nilüfer, no permitiré que hagan menos a mi hija... con su permiso me retiro.— sin perder el tiempo retomó su camino a la gran casa, me enfoqué en Niall.   —¿Que te ha dicho?— preguntó.   —Que ya no siente lo mismo.— respondí al incorporarme con intenciones de entrar por fin.   —Es un ignorante, Nilüfer tienes que ser fuerte por tu nueva temporada, demuestra que eres la mejor diseñadora que USA puede tener.— murmuró al tomar mi hombro, él era como un segundo padre para mi.   —Gracias hermano, y tú el mejor cantante del año lo he leído en DQH— bromeé para intentar cambiar el ambiente, con una sonrisa me abrazó.    —Oh, gracias me hace muy feliz que te tomes el tiempo para leer sobre tu hermano.— susurró al tomarme con fuerza; en casa.   —Eres mi sangre, y mi hermano mayor un ejemplo a seguir.— expulsé al separarme.    —¿Vamos?— intenté tomar su mano y caminar a la propiedad, pero este se negó.   —No, adelántate yo voy a esperar un momento más.— accedí dejándolo atrás, me dediqué a apresurarme a entrar: el ruido era cuestionable gracias a la gente que se encontraba a dentro.   —Nilüfer.— pronunció Nixon; mi hermano, con tan solo diecinueve años el sujeto contaba con una carrera de modelo para grandes marcas.    —Hola.— saludé, mis ojos captaron a Nia, mi hermana, la cual estaba completamente embarazada: esta me observaba furiosa, después seguí con Carriz, la esposa de Niall, quien miraba a mi madre más que preocupada.  
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