Recuperar lo que es mío solo era un derecho que estaba peleando, pero poner a uno contra el otro, era mi venganza personal, ya había comprobado por los mensajes que se habían envíado Ana y Sidney que su amor se basaba en los cargos que desempeñaban, el dinero y el odio hacía mí, pero sí un pilar tambaleaba su relación empezaba a caer, los últimos mensajes ya no eran de lovecitos, era de casi reclamos, especialmente de parte del cretino de Sidney hacía ella. Al estacionar el auto, levanté mi teléfono y me acerqué a Ana para darle un abrazo, el flash brilló y la fotografía fue tomada. –¿Qué haces? –preguntó Ana. –Solo tomarnos una foto –mencioné –. Mira, nos vemos muy bonitas. –Ah sí –murmuró –. Eloise, sé que debes estar molesta por lo que pasó con Sidney. –Olvida eso, ya está en