–El medicamento se me acaba hoy y necesito más. –Si suegra, yo se la traigo hoy mismo –contesté cuando estábamos desayunando solas porque mi querido esposo se había ido con su dichosa amante, no me podía importar menos cuando tenía que estar en casa de Nathaniel a las nueve porque a las once pasaría un auto a recogerme para ir a la casa de Isaiah Gallagher. –Ahora que lo recuerdo, creí que hace dos días dijiste que saldrías a traer la medicina y por eso llegaste tarde – achicó los ojos al señalarme con el tenedor. –Ah… Ahh.. es que esa vez fui a traer la receta con el médico porque usted sabe que la medicina no la dan sin la receta –justifique –. Pero ya ve que era tarde y mejor me vine para la casa, así que hoy sí voy por la medicina a la farmacia. –¿Y por qué vas a salir ahora? C