Le avisé a Gema que no estaría en la oficina para que me pudiera colaborar con la agenda del día, no es que tuviera algo importante en unas pocas horas, pero debía organizarme, regresaría a las dos para mi reunión con el señor Davis, primero salió Hans y después de que coordiné con Gema lo alcancé en el estacionamiento. –¿Dónde está tu cuñado? –le pregunté. –Lo vamos a encontrar al lugar a donde vamos, él está preparando todo allá. –Ah, está bien. –¿Qué? –dudó. –Siempre lo pones a hacer este tipo de cosas en lugar de darle un trabajo real. –Hacer mi vida más fácil es su único trabajo. –Me compadezco de él –hice una mueca intentando contener mi risa. –Tú deberías tener un asistente, apuesto a que te haría la vida más fácil –propuso. –Tengo a Gema. –Ella es tu secretaria.