–¿Cómo estás, Eloise? –preguntó la señora O´Brian cuando llegamos afuera. Fox se acercó muy contento de nuevo y está vez le acaricie la cabeza. –Estoy bien, señora O´Brian –respondí –. Ahora estás feliz pequeño travieso –murmuré a Fox –. También te quiero, también te quiero. –Estamos muy apenados contigo –comentó el señor O´Brian. –La apenada soy yo –comenté al ver a Gael ya cambiado y seco –. Es que yo sé nadar y no sé qué me pasó. –Fue algo repentino. –Y seguramente los nervios –aclaró Zoe. –Te daremos el pedazo de pizza más grande –propuso Melvin. –¡Oigan! –reclamó Zoe de inmediato y todos rieron. Llevaron la pizza que el señor O´Brian mencionó que era la receta de Melvin, también risotto y vino, de postre llevaron Panna Cotta, se tomaron en serio lo de la comida italian
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