POV Herse El tiempo parecía detenerse mientras nuestros cuerpos se fundían en una danza de pasión desenfrenada, mis labios no solo eran besados, prácticamente eran deborados con tal fuerza de dejarlos rojos al punto de casi sangrar.La razón había cedido completamente al deseo, y cada toque, cada beso, solo avivaba más el fuego que ardía entre nosotros. —Judas —gemí su nombre, aferrándome a él con fuerza mientras sus labios trazaban un camino de fuego por mi cuello. —Tu querías esto… Es lo que te voy a dar —me gruñó contra la garganta, apretando mis glúteos y piernas, dejando la huella de sus dedos en mi piel. Con un movimiento decidido, Judas me levantó nuevamente y me colocó sobre el escritorio, podía sentir la dureza de su erección presionarme y era una sensación que me llevaba a