POV Herse Mis mejillas se pusieron calientes y aunque no me viera, debía tener toda la cara roja. Me ruboricé, pero Rod se apresuró a suavizar su tono, levantando las manos en señal de paz. —Lo siento, mi joya. No quería sonar tan sorprendido. —Rod sonrió—. Es solo que… wow, eso es mucha información de golpe. Antonio asintió y miró a Rod con extrañeza, pero yo le hice una seña para darle a entender que él era un amigo, así que solo asintió, teniendo una expresión entre mezcla de preocupación y comprensión. —Es complicado, en verdad yo… —No tienes que explicar nada Herse, si te incomoda, es mejor que… —Ay calla muchacho —intervino Rod—. Yo si necesito saberlo, bueno… Solo si mi joya me lo permite —añade, refiriéndose a mí. Rod había sido directo, aunque con una suavidad que me