POV Herse: Encontré a Antonio en el patio de la casa, se encontraba guardando algunas herramientas que estuve utilizando para limpiar el exterior. Así que aproveché esta oportunidad para poder darle el encargo que tenía. —Wow, es idéntico al vestido de la señorita Graciela. Pese a todo lo que había ocurrido durante ese día, no podía olvidarme de Antonio y bueno, fue el único que prácticamente estuvo feliz, al menos en el cierre de este día. —Te dije que me encargaría. —Eres única, Herse, no te imaginas cuánto te lo agradezco —sonrió ampliamente rodeándome con sus brazos, lo cual yo acepté gustosamente. —Pero eso sí, guarda el secreto, sobre todo de ya sabes quién. —¿Lo dices por la señorita Marisa? —Bueno, también en parte, pero más que nada por el señor Anticristo. —¿El anticrist