POV Herse —¡Señorita! —de repente, veo que Eduina llega con su cartera—. Ya estoy lista para acompañarla. Judas la observa con rareza y luego me mira. —Pierda cuidado señor Harel, yo acompañaré a la señorita —interviene Eduina, abriendo la sombrilla para cuidarme del sol—. ¿Nos permite? Él guarda silencio, pero al final solo le queda aceptar. —¿Ahora si puedo irme? —le pregunto. Judas mira su reloj de mano y me indica la hora. —Son 8:15 am estarás aquí antes del almuerzo. —¿Que? Le recuerdo que no soy una de sus empleadas. —Pero estás bajo mi mando, esta es una casa decente y por lo tanto hay reglas. —¡Sí, lo sé! —no quería gritar, pero cada vez era imposible hablar con él. —No sé preocupe señor Harel, yo asumo la responsabilidad —responde Eduina, tomando mi mano como p