POV Judas Apretándola contra la puerta, presionaba la palma de mi mano en su pecho. Su aroma me embriagaba, quemaba mi sangre, misma que se acumulaba en esa zona escondida entre mis pantalones. —Ah… —gimió con las mejillas enrojecidas. —Dime que te irás… Atrévete a decirme que te irás… —le repetí con voz jadeante, apretando con algo más de presión su pecho y ella soltó otro gemido. —Ba-bájame —me pidió, posando sus dedos sobre mis hombros, y aunque sus labios pedían que la bajara, su expresión decía otra cosa—. Ah… —apretó los ojos y labios —cuando, ayudado con mi otra mano, liberé su pecho y mi piel hizo contacto con su pezón. Sentía la desesperación correr por mis venas, solo dejaba que mis impulsos tomaran el control, así que mi boca fue a dar a su cuello, besé, mordí y succioné c