—¿Golpeaste un concreto o que?— Dilom lo hace subir a su auto.
Aiden lo había tenido que esperar tan sólo unos diez minutos. Siquiera se había dado cuenta qué había caminado tanto.
—Golpee al idiota de esta mañana.— Sisea apretando sus dientes.
Su amigo no hace más qué arquear sus cejas y continuar su recorridos, si lo había golpeado recientemente, cómo parecía ser por sus nudillos, era más qué obvio qué estaban en la zona de Eros, y lo convenía para nada qué lo vieran allí.
Intentaba, a todo momento, poner a Aiden al resguardo, más sabiendo qué estaba involucrado en peleas clandestinas y lo qué podía llegar a ocurrir si alguien lo demandaba.
Pero aún, siendo menor.
Por más que le falta un año para cumplir la mayoría de edad, continuaba haciendo un menor Y eso no era para nada algo q
