Capitulo Cinco: Primer día de clase y un nuevo trabajo.

3994 Words
Hoy me desperté un poco más temprano sin necesidad de la alarma y entonces comprendo que es por la diferencia de horario como también puede ser que los remordimientos de conciencia no me dejan tranquila. Diría que es lo último, pero también tengo claro que el horario cambia cuando llegue a estados unidos no sé qué era lo que no me dejaba dormir; no volverlo a ver, que me vieran la cara, no tener a mi familia cerca, que mi madre me odiara, los remordimientos; sea lo que fuera me costó mucho conciliar el sueño y lograr una vida. Como dije cuando Cristal llego a mí se convirtió en mi salvavida trayendo un poco de paz esa que de verdad necesitaba para continuar viviendo porque lo único que hacía en aquellos días de soledad era encerrarme en mi habitación y dejar que la oscuridad llegara de la misma forma que la noche llegaba para opacar el día. Como sé que el sueño no va a regresar decido ponerme a trotar después de todo no puedo dejar que mi cuerpo se ponga perezoso, además de que es mi día de rutina y mi increíble cuerpo lo sabe; tendré que tomarme mi tiempo para organizar el gimnasio en casa. Por el momento deberé ir a alguno lugar cerca para poner en práctica mis habilidades las cuales he dejado tranquilas desde que me vine de Estados Unidos. Rápidamente me pongo ropa deportiva y tomo el ipod, amo correr con música siento que me que me relajo más, que todo toma un lado diferente y que mi mente se siente ligera ¡Es una costumbre! Salgo del estacionamiento escuchando alguna canción electrónica que se siente hasta los poros, me llena de tal energía como para correr un largo maratón. Inicio con un trote lento, pero a medida que corro siento como cada pensamiento se arremolina en el cerebro destruyendo la poca estabilidad que tengo entonces el trote lento se convierte en uno rápido y largo correr es la única manera de sacar la frustración junto desesperación que me embarga; es un toque de adrenalina que no puedo controlar es como cada vez que golpeo el saco de box me concentro tanto que solo quiero romperlo con mis propias manos. Me imagino que es su rostro, su cuello que quiero romper y me enoja porque yo ya no quiero ser esto, tener esos pensamientos asesinos me recuerda las veces que acabe con la vida de algunas escorias. No me arrepiento nunca lo hare, pero sé que pudo ser mejor. Sintiendo que toda la adrenalina a desaparecido de mi cuerpo, tomo asiento en una banca del parque más cercano del apartamento. Queriendo que todo vuelva a la normalidad cierro los ojos respirando con tranquilidad tomando control de mi mente al igual que mi cuerpo. Cuando abro los ojos observo como algunas personas trotan de un lado a otro escuchando algo de música otras simplemente hablan entre ellas o se hacen compañía mientras corren; otras personas solo se sientan en una banca bebiendo un poco de café, otras solo se quedan parada frente al carrito ambulante mientras desaparecen el líquido por su garganta. No lo he dicho, pero me encanta observa todo lo que me rodea es una forma de aprender algo nuevo como por qué aquel hombre corre con esa hermosa chiquita con unos kilos de más, no es porque quiera que baje de peso solo observar cómo sus ojos la miran me dice que es porque quiere pasar tiempo con ella. No se crean que siempre fui así de pensante, digo nunca le di importancia a lo que me rodeaba, papá me daba todo y con eso me conformaba; cometí muchos errores aún estoy pagando las consecuencias de ello. Pero sus consecuencias me han hecho aprender y sé que no me chocare dos veces con la misma piedra. Me entretengo mirando todo a mi alrededor con un poco de alerta nadie sabe que estoy de regreso, pero he aprendido a no confiar en nadie más que mi familia. Cuando me siento descansada y relajada con el control de mí misma decido correr de vuelta al apartamento solo que esta vez no escucho música de lo contrario perdería la gran carrera de hace un rato. No niego que soy de aquellas personas que no pueden ir al baño sin música; quizás suena raro, pero sabemos que más de uno hace eso yo lo considero normal, aunque hay excepciones como cuando pierdo el control esta vez es un caso de ello. No demoro mucho en llegar al apartamento; no obstante, debo esperar que mi cuerpo vuelva a su temperatura normal para tomar una relajante ducha mientras me siento en el sofá observo la puerta de la morena cerrada y me sorprende que pueda dormir con el cambio de horario ¡Ya quisiera yo poder hacerlo! No demoro mucho en la ducha hoy tiene que ser rápida tengo pensado pedir trabajo en una de las cafeterías más concurridas por jóvenes universitarios allí se ha remolinean demasiado chicos y es una buena oportunidad para tener un ingreso después de todo mis números están en rojos, no solo es eso, sino que me cae al pelo después de todo hoy inicio clases. No creo conveniente pedirle dinero a mi padre sería absurdo vivir separados y aun depender de él no me parece justo; sé que me dirán no gastaste dinero de tu padre comprando los carros, déjenme decirles que fue una medida alternativa, pero ya no más. Antes de salir de la habitación observo a la chica que me regresa la mirada se encuentra vestida con un short vinotinto, una camisa negra un poco ombliguera de tal forma que resalte el piercing del ombligo. Luego de mirarme unos minutos salgo de la habitación mirando la hora ¿A qué horas me desperté? Sacudo la cabeza no dándole importancia a lo temprano que es. Paso de largo a la cocina con la idea de preparar tostadas con jugo de naranja. Desayuno tranquilamente y lo que sobra lo dejo tapada para que no le entre algún mosco o alguna mugre; no dejo ningún tipo de nota ambas sabemos que hoy entramos con diferentes horarios. Inicio la marcha controlando el pie del acelerador lo último que necesito es la policía detrás de mi simplemente porque a uno de mis pies le ha dado algún calambre de exceso de velocidad; dejo el coche un poco retirado de la cafetería preferí que se quedara en el estacionamiento de la universidad son solo unas cuadres ¿Qué porque lo dejé? No creo que me vayan a dar el trabajo yo llegando con un carro último modelo, solo tener un auto así ya me tendría como niña mimada que quiere jugar a tener un trabajo. Al entrar recorro el lugar lentamente algunos ojos curiosos se posan en mí, otros simplemente me ignoran; puedo ver la cantidad de estudiantes a esta hora ¿Desayunando? No lo sé y realmente no me importa. - ¿En que la puedo ayudar? – habla el hombre mayor de cincuenta años con una sonrisa de esas que te reinician el corazón cuando estas en las peores circunstancias; de verdad que es lo más tierno que he visto más allá de la sonrisa de Cambri. No soy confiada no hoy en día así que solo puedo decir que es una buena persona, pocas veces me he equivocado he aprendí de mis errores; observar cada pequeño detalle es una habilidad para descifrar al enemigo. Observo al hombre mostrándome profesional después de todo esto no es nuevo para mí en esto trabaja cuando llegue a estados unidos – Estoy buscando trabajo – directo al grano. No me gusta perder el tiempo en cosas de mucho gusto, o ¿Cómo estás? Es educación y si te puede llegar a un punto, pero lo mío es ser yo misma e ir por lo que quiero sin anestesia. Se acomoda los lentes observándome fijamente - ¿Mayor de edad? Por poco y ruedo los ojos ¿Tengo cara de ser menor de edad? – Si señor – sí sé que mi cara demuestra al menos que he de tener diecisiete. El hombre me mira indeciso como si sopesara la idea; eso es bueno no es de los que contrata porque si – voy a estudiar en la universidad y necesito algo que ayude con mis gastos – aclaro sabiendo que con eso lo tengo en mi bolsillo. ¿Qué cómo lo sé? En dos días ya lo he estudiado todo completamente. Mis palabras parecen tranquilizarlo regalándome una sonrisa de tranquilidad - ¿En qué semestre va? – sí que es curioso el hombre por su mirada estoy segura que quiere averiguar más de quien se va a meter a su negocio. - Séptimo semestre de gestión empresarial – no es algo que amo estudiar realmente lo mío es el diseño, la creatividad; pero sé que papá necesitara ayuda en las empresas así que solo opte por ello. Sonrió un poco para darle más confianza; acabo de darme cuenta que lo le caracteriza es su sonrisa ya sea con cualquier persona - ¿Me regalarías el nombre? – sí que es un hombre desconfiado, me agrada eso. - Danna – eso es lo único que digo y diré no necesita saber mis apellidos después de todo. - ¿Cuándo puedes comenzar? Lo pienso un momento se cuándo puedo trabajar la cuestión es que no me vea tan necesitada – Cuando usted quiera, pero el horario varía todos los días. El hombre se lleva la mano al mentó dando más credibilidad de que está pensando – Vienes cuando estés libre, eso si todos los días menos los sábados y domingos – aclara – por cierto, soy Efraín – eso ya lo sabía. Me gusta investigar a las personas antes de tratarlas; no pienso cometer los mismos errores dos veces. Conozco todo de este hombre es por eso que me decidí trabajar aquí. Les aclaro que la investigación realizada no fue lo básico consiste en todo lo que ha hecho su vida por decirlo de forma sencilla cuantas veces respira al día. Asiento con una sonrisa de agradecimiento nadie dijo que no fuera agradecida – Muchas gracias Don Efraín – me despido de él con la educación que me enseñaron mis padres. Cuando estoy lejos de la cafetería una sonrisa de triunfo se expande por todo mi rostro no es por nada malo es solo que cuando logro mi objetivo no puedo evitar emocionarme. A paso lento camino hasta llegar a la universidad ya se pueden mirar a estudiantes corriendo de un lado a otro agitados por lo tarden que van otros simplemente se dirigen a la cafetería y yo… pues yo debo encaminarme en dirección hacia secretaría. - Buenos días – saludo llamando la atención de la mujer. La mujer instintivamente levanta el rostro, por un momento me observa confundida hasta que parece recordarlo – Señorita Fonseca. Creí podría olvidar mi rostro, pero al parecer mamá tiene mucha influencia en estos lugares como para que me olviden a mi o a ella – He venido por el horario. Asiente moviéndose de un lado a otro mientras busca no sé qué cosa – Por supuesto – quiero reír siempre me ha parecido irritante la forma en la sé que ponen nerviosas por cosas sin sentido; no soy inmune, pero realmente cosas tan sencillas no me pondrán incomoda. Se toma unos minutos imprimiendo los papeles que me serán entregados – aquí tiene – balbucea poniéndolos en mis manos sin demora. Antes de irme le regalo una sonrisa esas de agradecimiento – Gracias. Mientras camino por los pasillos de la universidad reviso detenidamente el horario puedo adaptarme con facilidad a ello, pero no a los pasillos tan extensos donde los de más estudiantes se chocan unos a otros o simplemente se besuquean en una esquina ¿Qué no he visto esto en la otra? Es normal, pero para mí esto es un nuevo lugar con unas nuevas normas a las que debo adaptarme. Dirigiéndome al aula de finanzas un poco pensativa choco con alguien que trataba de hacer lo mismo que yo terminando por unir nuestras frentes en un golpe abrupto. Es imposible no llevar mis manos a la zona afectada mientras suelto una maldición a bajo volumen. - ¡¿Qué coño?! – gruñe la otra persona como si me estuviera echando la culpa del choque ¿Está enojado? ¡Qué demonios! - ¿Por qué mierda no miras para dónde vas? – gruñe o más bien me grita. ¿Quién se cree este retrasado para gritarme? Acepto que no estaba prestando mucha atención, pero es él idiota que no vi simplemente porque estaba corriendo como si fuera un parque de diversiones ¿Es que es estúpido o un retrasado mental? Levanto la cara observándole seria dispuesta a enfrentarme a ese troglodita y enseñarle que a mí nadie me grita. Mis ojos se encuentras con un hombre guapo demasiado guapo no lo puedo negar; pero solo eso. Suelto un suspiro contando hasta tres, repitiéndome que no vale la pena. Haciendo como que no le veo entro sentando en un puesto del medio donde puedo ver todo lo que sucede a mi alrededor. Pero quizás no todo saldrá tranquilo como esperaba – Te estoy hablando a ti – se para frente a mí con cara de querer matar al que se le atraviese. Analizando su estado corporal creo que si sería capaz de matar ¿Qué lo tiene tan cabreado? Sencillo le he ignorado su berrinche. Levanto mi mirada observándolo con una ceja alzada ¡Efectivamente esta cabreado! Lo que no se si es conmigo o un problema suyo. Espero en silencio que suelte una de sus palabras negándome a rebajarme al nivel de una persona que se encuentra confundida diría que en este momento no sabe si la tierra es redonda o cuadrada. - ¿Qué sucede Manson? – habla acercándose un chico de la esquina con ese porte de soy mejor que todos ¿Por qué tiene que haber eso en todas las universidades? Al llegar frente a mi palmea la espalda del chico que parece más tenso ¿No le agrada el chico? Ya entiendo porque su mirada de depredador me dice que solo es un maldito oportunista. Bueno ya no me da tanta lastima el tal Manson sabe reconocer la falsedad - ¿Quién es esta hermosura? – su mirada me recorre como diciendo aguanta un polvo si fuera otra me sentiría alagada de que un gurre como ese me viera de esa forma, pero la verdad es que eso me provoca solo asco ¡Todas esas personas me provocan asco! Puede que sean guapos eso no se niega, pero odio a los hombres que no pueden mantener su p**o en los pantalones. Da la vuelta mirando al chico – No te importa – el tono de su voz levanta el misterio, suave, tranquila y, letal ¿Quién es…? - Ey amigo… - No soy tu amigo – suelta entre dientes diciéndole te aniquilare si no desapareces. El pobre como perro se va con la cola entre las patas - ¿Eres muda o sorda? – espeta aun molesto ¿Ahora se va a desquitar conmigo? Si eso es un insulto no tuvo el resultado que quería. Sin una respuesta mía intenta abrir la boca, pero en aquel instante entra la maestra haciendo que todos se acomoden en su lugar evito rodar los ojos ante tal situación; es como si esto fuera le secundaria. En la mirada de la mujer veo porque todos están en silencio ¡Sencillo! Solo es una mujer que no ha logrado todo lo que quería y se desquita con parte de sus alumnos. Sentada en mi puesto me doy cuenta de lo curioso que es ver como hay personas que no valoran las cosas, lo más increíble es que yo era de esas que no lo valoraban porque siempre lo tuve todo, pero lo peor de todo es que no valore a mi familia. Ver como algunos jóvenes no hacen nada en la clase, solo bromean me da coraje porque en otra parte del mundo hay tantos jóvenes que luchan por oportunidades como esas e incluso les es imposible y ellos lo derrochan. Las clases pasan rápido nunca ha sido difícil para mí concentrarme en cuanto a lo que explican, pero tener que soportar al pie de la oreja al idiota de Manson en las siguientes clases me han puesto de mal humor. Ahora que lo pienso hubiera sido mejor que continuara comportándose como el idiota de las primeras horas. - ¿Me disculpas? – su mirada es arrepentida - ¿Enserio eres muda? – suelta sin poder creerlo. Ya no está molesto, es más bien diría que es un risueño como lo dije debió de tener algún problema o también puede ser de esos niños pijos de papi que cuando los ignoran siente herido su orgullo de macho; aunque en este caso no lo creo. Dejo salir un suspiro cansada realmente este hombre me irrita, pero no hago nada solo lo dejo a su suposición; en primera las mentiras intento llevarlas al olvido siempre he sido una experta con ellas, pero intento controlarlas. Y ustedes dirán ¿Cuándo paso eso que dices si al principio de la historia estaba molesto contigo? Pues hubiera preferido eso. Al ver que no hablaba y mucho menos respondía las preguntas de los maestros el imbécil dio por hecho que fuera muda y sorda entonces comenzó a preguntarme si de verdad no hablaba y hacerme un montón de preguntas ¿Qué diferencia haría una muda de una que habla? Yo las veo igual, pero ese es muy idiota como para notarlo. Intentando dejarlo atrás camino hacia la salida a paso rápido, pero el hombre parece no entenderlo ¿Qué demonios se trae en mente? - ¿Te puedo llevar? – cuenta hasta tres me repito mentalmente. Continuo como si no le hubiera escuchado – no se hable más te llevo – toma mi brazo evitando que me mueva - oh lo siento verdad que no hablas y mucho menos escuchas – baja la cabeza al parecer avergonzado ¿Actuando o cierto? ¿Qué misterio se trae? ¡Tranquila! Intento decirme. Sonrió falsamente alejando mi brazo de su agarre – Manson ¿Verdad? – suelto entre dientes tomándolo por sorpresa – he dicho que no y espero que entiendas el no de una mujer. Los ojos del hombre parecen quererse salir de orbita – Me mentiste – se muestra incrédulo. - Nunca dije que lo fuera usted lo dio por hecho. Se lleva la mano al pecho mostrándose dramático y pienso en los buenos amigos que serían con Cristal – Me siento ofendido. Arqueo una de mis cejas rodando los ojos – Hasta dramático saliste ¿Qué quieres? – suelto dejando escapar un suspiro molesto – no me digas que ser mi amigo porque odio la bipolaridad de las personas. - Vaya que directa – en vez de tomar una pose seria sonríe de lado como si acabara de encontrar en tesoro que lo sacaría de la pobreza – solo quería ofrecer una disculpa por lo de la primera clase, no tuve un buen día ¿Podemos empezar de nuevo? – extiende la mano. Pienso en rechazarlo y mandarlo al demonio, pero algo en su mano extendida llama mi atención. Es un tatuaje un águila es un símbolo que identifica a los sicarios de más confianza que trabajan para el señor; es decir son como su mano izquierda y ese símbolo lo he visto en pocas personas comunes es un símbolo de lealtad que pocos poseen en la mafia FF (Fonseca Ferreiro) – Solo no seas idiota y no trates de ligar conmigo – advierto. Él me sonríe de lado encantadoramente de no ser por el desacuerdo de la mañana podría caer rendida a sus pies el problema o mejor dicho la solución que lo evita es que sea un sicario – Tú sabes mi nombre, pero no sé cuál es el tuyo y de lo otro no busco nada serio disponible cuando tú quieras – levanta las manos al aire guiñándome un ojo.   - Danna – sonrió con cinismo – y por lo otro no quiero nada que ver con nadie o por lo menos contigo – comienzo a caminar hacia la salida con él pisándome los talones literalmente. Controlo mi gruñido cuando logra sacar mi pie de uno de los botines. Detengo el paso observándolo fijamente - ¿Me vas acompañar al baño? Una sonrisa moja bragas se hace presente en su rostro y debo decir que eso lo hace lucir realmente guapo tanto que me hace sopesar la idea de curiosear su vida porque puede que despierte algo en mí; aunque pensándolo bien lo dudo – Encantado – sonrió falsamente rodando los ojos mientras inicio el camino - ¿Vas a alguna parte? – se pone a la par conmigo. Realmente es un fastidio, y no piensen que “acepte empezar de nuevo” porque trabaja para mi padre solo quiero saber cómo un hombre o bueno medio hombre como él es uno de los sicarios de confianza del Águila n***o ¿Cómo llego a él? ¿Qué se trae? No solo eso, si Manson tiene el tatuaje es porque mi padre confía en él no es la confianza es que ese hombre es su mano izquierda y eso es de lo que necesito rodearme de personas de confianza. No se trata porque sea uno de los hombres de papá y mucho menos por lo que hace después de todo no quiero saber nada de ese mundo. Solo tengo un absurdo presentimiento que él volverá a mí y tengo que estar preparada para ello. - ¿Serás mi guardaespaldas? – le sonrió burlona. Se encoge de hombros restándole importancia – Puedo ser lo que tú quieras – me mira pícaramente. Ya le ha dado la vuelta a la cuestiono ¡Que hombre! Sin poderlo contener suelto la carcajada deteniendo mis pasos nuevamente. Me pienso divertir mucho, aunque sea por poco tiempo. Me acerco a él seductoramente a lo que sonríe cual triunfador mientras paso mis manos por su pecho – Entonces serás mi esclavo – se le borra la estúpida sonrisa que tenía. - No bromees conmigo así – entonces las neuronas de mi cerebro inician su trabajo ¿Por qué su reacción con la cuestión de esclavo? ¿Acaso…? Eso debo averiguarlo. Se aleja un poco de mí – no pongas esa cara que pareces maniática – intenta aligerar el momento. Tomo un poco de aire meditando lo que hare – Dejemos algo claro. No me gusta que me cuestionen o quieran hacerse los machos puedes ser lo que seas incluso el peor hombre. Solo ofrezco una amistad leal si me das lealtad y las bromas de seducción son una cosa a que creas que algo va a pasar ¿Lo tomas o lo dejas? – suelto seriamente. Puede que este alejada de ese mundo y no necesito estar en la mafia para dejar las cosas claras he aprendido que decir las cosas con tiempo después no dolerá no porque ya se le ha avisado. Se reconocer cuando alguien es leal Manson lo es de no serlo no estaría con papá, pero yo no quiero esa lealtad, quiero una lealtad de amigo que se quite un dedo de ser posible si es necesario tal como yo lo haría por la pelinegra. - ¿Te han dicho que eres muy directa? – su pose continúa siendo relajada y eso me gusta –me agrada. Acepto tu amistad – extiende la mano a modo de paz. - Perfecto – sonrió burlonamente cerrando el trato uno que realmente me hace pensar en un largo futuro contándonos nuestros desmadres ¿Acaso será alguien importante en mi vida?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD